7 días de esperanza para superar los trastornos alimentariosMuestra

La gracia gana, la perfección pierde

Los trastornos alimentarios pueden ser un ciclo desagradable que te encuentras repitiendo. Deseas que haya una salida, pero no sabes dónde encontrarla. Tal vez, justo cuando pensabas que habías encontrado el camino hacia la sanidad y la libertad, algo te desencadenó y, después de todo el trabajo que habías realizado, te encontraste de repente con el dolor y la angustia de las recaídas. En cualquier caso, el costo emocional de luchar contra un trastorno alimentario puede dejarte sin esperanza.

Pero no te rindas; ¡hay esperanza! La presión para progresar puede empezar a sentirse como demasiado, desencadenando pensamientos ansiosos y negativos como "Nunca superaré esto" o "Las cosas nunca cambiarán". Pero recuerda: el objetivo es el progreso, no la perfección. Imagínate liberándote de las cadenas de la perfección. En serio, imagínatelo durante un minuto. ¿Cómo de libre te sientes? A partir de este momento, tienes permiso para eliminar cualquier expectativa de perfección de tu proceso de sanación.

En este viaje, es probable que pruebes cosas nuevas, adquieras cierta sabiduría y te tropieces en el camino. Cometer errores no significa que ya no seas sano o capaz. Nuestro Dios es un Dios de infinitas oportunidades; sigue avanzando con Su gracia y esperanza en tu corazón. Si experimentas fracasos o dudas, recuérdate que Dios sigue siendo bueno, y sigue estando contigo. Él va delante de ti y nunca te dejará ni te abandonará. Sus misericordias son nuevas cada mañana. Cuando empieces a sentirte abrumado por el camino que tienes por delante, haz una pausa y reflexiona sobre esto.

“Por tanto, no se angustien por el mañana, el cual tendrá sus propios afanes. Cada día tiene ya sus problemas” (Mateo 6:34)

Centrarse en el futuro puede generar sentimientos de ansiedad cuando te das cuenta de todo el trabajo que te va a costar y todas las decisiones correctas que tendrás que tomar para mantenerte sano. Pero cuando te resistes a esa tentación, céntrate eneste día solamente y en la oportunidad que tienes para hacer la voluntad de Dios y honrarlo con tus decisiones, puedes sentirte inspirado y lleno de confianza de que eres capaz de ganar esta batalla con Cristo a tu lado.

Nunca estuvimos destinados a ser perfectos. Dios nos creó para necesitarlo, para depender de Su gracia, misericordia y amor incondicional. Sin embargo, nuestra meta como seguidores de Cristo es ser lo más parecido a Él posible. Debemos esforzarnos por seguir Sus pasos y vivir de una manera que le honre. Una de las mejores maneras de hacerlo es perdonando como Él nos perdona, lo que incluye perdonarnos a nosotros mismos. Si tu camino se encuentra con oposición, fracasos o decepciones, no te permitas caer en una espiral de pensamientos negativos y errores repetidos. Perdónate, fija tus ojos en Jesús, y concéntrate en este hermoso día que se te ha dado.