Viviendo en El Reino De DiosMuestra

Vive Como Ciervo-siervo Que Sirve

Ahora que podemos vivir en el compromiso, podemos vivir como ciervos. El mayor ejemplo de una vida de siervo nos la dio Jesús al hacerse hombre y obedecer hasta la muerte. Quizá podemos pensar que Jesús siendo Dios-hombre no padeció igual que nosotros, sin embargo, en todos los relatos de los Evangelios encontramos que tuvo hambre, frio, cansancio, sed, sintió tristeza, enojo, alegría, lloró y se gozó con los que estaba, etc. etc.

Si podemos asimilar esta verdad, por extravagante que sea, podemos empezar a vivir como ciervos. En este momento debemos diferenciar el concepto que se tiene de siervo como empleado, trabajador, o cualquier otro, al concepto bíblico de ciervo que Jesús mostro y pidió para sus seguidores. Es decir, a la capacidad que tenemos para servir a los demás, el ser servidor y vivir como el ciervo que sirve.

Si bien vemos que un ciervo es considerado como un animal con alma pura y autentica, que denotan gentileza, pero al mismo tiempo elegancia en su andar, el salmista lo menciona al citar que, así como el ciervo busca las corrientes de las aguas, así clama mi alma por ti Jehová. Jesús representa ese ciervo con las características mencionadas, pero también ese siervo que es ejemplo de obediencia y que cumple con la tarea al entregarse en sacrificio por cada uno de nosotros.

En mi adolescencia, cuando buscaba mi primer trabajo, entre a una empresa muy grande de talla mundial; estando en la sala de espera, en una de las paredes, de forma muy visible con letras enormes estaba la cita: “Quien no vive para servir, no sirve para vivir”. Hay algunas personas a las que se les atribuye esta frase, una de ellas vivió hace más de 100 años; sin embargo, lo importante es que se pueda aplicar a cada actividad en la vida. Todos los trabajos o ministerios tienen que ver con personas y el servicio, el ayudar a otros, el estar predispuesto para servir debe ser parte de nuestra naturaleza. Puedo decir que esta frase me desafía cada vez que la recuerdo, pienso si estoy viviendo para servir.

Jesús, en el Evangelio de Mateo nos advierte que seamos los siervos de los otros: “llamándolos, dijo: Sabéis que los gobernantes de las naciones se enseñorean de ellas, y los que son grandes ejercen sobre ellas potestad. Mas entre vosotros no será así, sino que el que quiera hacerse grande entre vosotros será vuestro servidor, y el que quiera ser el primero entre vosotros será vuestro siervo".

Seamos como esos ciervos que necesitan las corrientes de las aguas y busquemos con clamor a nuestro Dios, para servir, para darnos a los que necesitan del amor y misericordia, para seguir el ejemplo que Jesús nos dejó.