¿Cómo podemos subir?

La única forma de subir es bajando, tomando la misma actitud que hubo en Cristo.

Filipenses 2:5-11

“Haya, pues, en ustedes esta actitud que hubo también en Cristo Jesús, el cual, aunque existía en forma de Dios, no consideró el ser igual a Dios como algo a qué aferrarse, sino que se despojó a Sí mismo tomando forma de siervo, haciéndose semejante a los hombres. Y hallándose en forma de hombre, se humilló Él mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz. Por lo cual Dios también lo exaltó hasta lo sumo, y le confirió el nombre que es sobre todo nombre, para que al nombre de Jesús se doble toda rodilla de los que están en el cielo, y en la tierra, y debajo de la tierra, y toda lengua confiese que Jesucristo es Señor, para gloria de Dios Padre".

Jesús es nuestro mayor ejemplo. Aunque Él estaba consciente de que era el Hijo de Dios, estuvo dispuesto a despojarse de ese título. No se aferró; al contrario, Él soltó Su título y tomó forma de siervo.

Jesús no impuso Su autoridad, Él se humilló y fue obediente hasta la muerte.

Jesús no impuso respeto. Ganó respeto a través de Su servicio y humildad.

Jesús estaba claro, Él estaba sometido al Padre, aunque tenía autoridad, no era mayor que el Padre que lo envió.

¿Qué conlleva bajar? Bajar es…

…negarnos a nosotros mismos.

…rendir todo nuestro ser.

…renunciar al orgullo.

…doblegar el ego.

…mantener el corazón humillado.

…renunciar a nosotros mismos por amor a Él.

Esta es la actitud que debe haber en nuestros corazones; sobretodo, en aquellos que ministramos la adoración y servimos a la iglesia liderando la alabanza. Tenemos la tarea de cuidar y guardar el corazón (Proverbios 4:23).

En este día, te invito a hacer esta oración: “Examíname, Dios, y conoce mi corazón; pruébame y conoce mis pensamientos. Señálame lo que en mí te ofende, y guíame por la senda de la vida eterna” (Salmo 139:23-24 NBV). Saca un tiempo donde puedas permitirle al Espíritu Santo que examine tu corazón, que ponga a prueba tus intenciones, donde puedas rendirte por completo y prepares el camino para subir a grandes alturas en Su presencia.