Sabiduría para la salud mentalMuestra

Faro 3: Oración

¿Dios me escucha? ¿Ve mi dolor? Y... ¿me ayudará? Estas son preguntas comunes, en especial para quienes luchamos con nuestra salud mental.

Versículos como este que acabamos de ver hoy ofrecen esperanza:

Así que acerquémonos confiadamente al trono de la gracia para recibir la misericordia y encontrar la gracia que nos ayuden oportunamente. Hebreos 4:16 NVI

Esto nos dice que podemos orar con la seguridad de que Dios nos ve, nos escucha y nos ama. Pero aunque sabemos que esto es verdad, no siempre parece tan sencillo.

Tal vez has estado pidiéndole ayuda a Dios, pero no se siente como que las cosas han mejorado. Y te hace preguntarte si este versículo realmente aplica en tu caso.

Afortunadamente, el apóstol Pablo se preguntó lo mismo en 2 Corintios 12. ¿A qué se enfrentó él? No lo sabemos realmente. Pablo simplemente lo llama "una espina en la carne".

Mucha gente especula sobre lo que podría haber sido, pero no hay una respuesta clara. Pablo podría haberlo preferido así. ¿Por qué? Porque el punto del pasaje no es la espina de Pablo, sino cómo respondemos cuando Dios no responde a nuestras oraciones de la manera que esperamos.

Pablo oró tres veces para que su espina desapareciera, pero no lo hizo. Puede que se sintiera triste, frustrado o traicionado; no lo sabemos con seguridad. Pero sí sabemos su respuesta.

Pablo no renunció a Dios ni a la oración. En cambio, descubrió la sabiduría que le ayudó a encontrar la paz. Su espina pudo haber sido dolorosa, pero era parte del plan de Dios para su vida. Y a través de su espina, encontró una relación más profunda y personal con Dios.

En pocas palabras: La oración por sanidad es algo bueno y suele ser una fuente de paz y consuelo. Así que sigue orando, incluso cuando Dios no responde como lo esperas.

Estás invitado a orar. Pídele a Dios paz, e incluso también sanidad. Al orar, recuerda dedicar tiempo a escuchar. Puede ser que Dios quiera animarte o enseñarte algo nuevo. Tal vez esta temporada de dolor tenga un propósito, y solo la oración puede liberar su potencial.

Dios está presente y quiere conexión. Nos ha invitado a acercarnos a Él con confianza y a pedirle cualquier cosa. A veces recibimos lo que pedimos. Otras veces no. Pero cuando Dios no responde de la manera que esperamos, siempre es una invitación a escuchar, aprender y experimentar el amor de Dios de una manera nueva.

Oración: Dios, gracias por estar cerca y ser constante. Por favor, ayúdame a recordarte cuando me siento quebrantado, para poder orar y encontrar paz. En el nombre de Jesús, amén.