Una Vida De OracionMuestra

No desmayes en la oración.

Para ser exitosos en todas las áreas de la vida se necesita constancia y permanencia, ya que muy pocas cosas se obtienen de la noche a la mañana. Cuánto más, refiriéndonos al hábito de la oración. Es imposible tener una vida de oración exitosa si no somos constantes. Los hábitos no se crean solos, se crean a través de acciones repetidas una y otra vez.

Jesús les refirió (contó) una parábola a Sus discípulos, acerca de una viuda que, día tras día se presentaba ante un juez esperando justicia. Él cuenta que fue tanta la insistencia de la viuda que colmó la paciencia del juez y finalmente hizo justicia.

Esto no es más que una referencia a lo que debería ser nuestra vida de oración. ¿Sabes? Cada vez que oras te acercas más a Dios y no solo a Él, también a Sus promesas. No es casualidad que esta parábola esté en la Biblia.

¿Qué quiero decir? Que cada vez que decides no orar te estás perdiendo la oportunidad de acercarte más a Dios y a Sus promesas. ¿Te imaginas si la viuda hubiera desistido? Se hubiera quedado con el deseo de obtener justicia. En otras palabras, puede que estés a una oración de ver las promesas de Dios para tu vida, quien sabe…

Pero, más que cualquier cosa, la permanencia en la oración nos permitirá estar conectados cada vez más con el Autor de la vida, nuestro Padre Celestial.

No desmayes, no descuides tu vida de oración. Haz un hábito de ella, pero más que eso, tómala como un estilo de vida.

Edward Tavárez