¿Qué Implica Ser Seguidor?Muestra

SER SEGUIDOR ES SER TESTIGO

¿Alguna vez tuviste problemas porque fuiste testigo de algo que viste o escuchaste?

Hace unos cientos de años, 500 personas aproximadamente, se vieron enfrentadas a fuertes interrogatorios, incluso muertes, por ser testigos de la resurección de Jesús. Tanto la Biblia como otros documentos históricos afirman la muerte de muchos a causa de la persecusión por Cristo, entre ellos, Esteban (el primer mártir de la iglesia), los discípulos. Aún hoy en día muchos entregan su propia vida defendiendo el mensaje de la cruz. La pregunta es, ¿qué tanto estaríamos nosotros dispuestos a dar por la Verdad?

Jesús lo expresaba con estas palabras: «Los envío como ovejas en medio de lobos. Por tanto, sean astutos como serpientes e inofensivos como palomas» (Mateo 10:16). También dijo: «Si el mundo los odia, recuerden que a mí me odió primero» (Juan 15:18).

Jesús sabe que es difícil seguirlo, que es difícil recibir rechazo, burlas y golpes a causa de Su nombre. Pero no debe resultar extraño para nosotros que esto suceda, pues mientras la fe es nuestro amanecer, para muchos se convierte en una molestia. Que no nos sorprenda si en el camino de la fe, muchos amigos y familiares se alejan, o los seguidores en las redes sociales comienzan a disminuir. Creer y vivir en la verdad, implica aceptar que muchos siguen viviendo en la mentira. No todos conocen lo que nosotros conocemos, por eso Dios nos llama a vivir con valentía, comprensión y esperanza.

¡No tengas miedo de compartir tu fe! Pues eres la única Biblia que muchos leerán en toda su vida. El mundo necesita saber que hay algo mejor para todos nosotros; que no estamos condenados a la tragedia y el sufrimiento. El mundo tiene que enterarse que Jesús nos ama tanto, que dio Su vida para tenernos cerca.

Y no te preocupes cuando te tachen como raro, loco o tradicionalista. Recuerda que estás sembrando semillas que a su tiempo, Cristo se encargará de cosechar.

Oración

Señor Jesús, anhelo seguirte y compartir la verdad de Tu nombre. Te entrego a cada una de las personas que me ha rechazado o abandonado por mi fe (menciona sus nombres). Ayúdame a ser un siervo fiel, viviendo conforme a Tu amor y Tu palabra. Amén.