7 Pasos Para Vivir en La Cuarta DimensionMuestra

Mentalidad

¿En qué piensa usted? No es una exageración decir que la dirección de nuestros pensamientos determinará la dirección de nuestras vidas. “Nada de lo que viene de afuera puede contaminar a una persona. Más bien, lo que sale de la persona es lo que la contamina” (Marcos 7:15-16).

Así es. Si cambiamos nuestra manera de pensar, nuestras acciones también serán transformadas. Por tanto, debemos primeramente cambiar la mentalidad antes de cambiar la acción. Entonces, ¿cómo podemos cambiar nuestra mentalidad?

En primer lugar, debemos tener esa mentalidad que dice que el Dios bueno está en mí. Dios obra a través de nuestra mentalidad. Además, debemos saber que la cruz significa positivo. Si nos apartamos del Señor vivimos una vida negativa, sin embargo, cuando abrazamos al Señor, nuestra vida se torna positiva. El hombre está acostumbrado a lo negativo por causa de la caída. Por tanto, debemos pensar positivamente confiando en la palabra y el Espíritu Santo.

Una vez que nuestra mentalidad haya cambiada en positivo, debemos extender la magnitud del pensamiento. Pensar en grande no es otra cosa que pensar activamente. A alguien que dice: “No puedo, no se puede, es imposible”, el tamaño de las cortinas de su tienda de la vida se disminuye. ¿En qué consiste pensar activamente? Simplemente es pensar que se puede. “¿Cómo que si puedo? Para el que cree, todo es posible” (Marcos 9:23). Tenga la convicción de que si lo hace, lo logrará. Establezca metas y planes. La mentalidad activa consiste en poner las manos a la obra con el espíritu que dice: “siete veces caeré, pero me volveré a levantar”.

Aparte de pensar en grande y activamente, debemos tener una actitud de desafiar los prejuicios. No existe una ley que dice: “Mi abuelo vivió así, mi padre vivió así, yo también voy a vivir así”. Ante un problema, tenemos que desarrollar una idea creativa, y superar el obstáculo. Por tanto, si enfrenta algún problema, no piense que no se puede, sino cambie su manera de pensar. Donde hay un problema, también está la solución. El hombre no se destruirá por falta de recursos naturales, sino por falta de ideas creativas.

Por último, edifique una imagen propia sana. Debemos saber en qué clase de personas nos hemos convertido en Cristo Jesús, y edificar una imagen propia sana. La mayoría de la gente concibe una autoimagen a través de la autocomprensión. Habla, piensa y actúa según esa autocomprensión. Esto quiere decir que si su imagen propia es inferior, se convierte en un acomplejado, y si es de odio, se convierte en un rebelde. La única manera de edificar una imagen propia sana es a través de la cruz de Jesucristo.

Aplique este cambio de mentalidad que llama al éxito en su propia vida. Su vida cambiará.