Oración en Tiempo De CrisisMuestra

Todo lo bueno viene del Padre

Todo lo bueno y don perfecto viene del Padre celestial que habita en nosotros. Hay situaciones en las que dudamos si lo que estamos deseando hacer viene de Dios. Esto es parte de la voluntad del Padre que queremos hacer ya que debemos buscar agradar a Dios en todo. Es necesario siempre checar que lo que sentimos y deseamos está confirmado por la Palabra de Dios. Es importante que estemos atentos a leer, escuchar y aprender la Palabra de Dios. También es importante escuchar la voz del Espíritu Santo que nos habla y guía diariamente.

De esta manera sabremos si estamos tomando decisiones que van de acuerdo con la voluntad de Dios. Lo importante y seguro es que Dios nunca se contradice. Si su Palabra lo indica quiere decir que lo que estamos deseando o sintiendo viene de Dios. Busquemos la buena voluntad de Dios en todo, que es confirmada por su Palabra, y de esta manera viviremos vidas que agradan a Dios y hacen su voluntad bajo su guía.

¿Quieres saber lo que piensa el Padre? Lee la Palabra y ora para tener seguridad en cuanto a lo que Dios dice y quiere de ti en medio de las situaciones difíciles, las crisis y dificultades. Sé agradecido en todo y por todo con Dios. Que tus oraciones reflejen esa gratitud, porque todo lo bueno viene de él. Así también, lo bueno viene aún en medio de la crisis. Ora, habla con tu Padre.

Reflexionemos

¿De quién viene todo lo bueno? ¿Dónde vive el Padre celestial? ¿Te aseguras de que tus pensamientos y deseos vengan del Padre celestial? ¿Te aseguras de que estén alineados a su Palabra? Aunque somos sus hijos, hay ocasiones en las que nuestros deseos no están alineados a su Palabra, a su gobierno, a su propósito eterno. Nos podemos desviar con facilidad si no leemos la Palabra de Dios y si no oramos. La oración no es una práctica tediosa religiosa, al contrario, es la oportunidad de hablar con nuestro Padre celestial y escucharlo.

Oremos

Padre amado gracias por todo lo que has hecho y sigues haciendo a nuestro favor. Tu gran misericordia se extiende hacia nosotros de manera permanente. Gracias por la oración, porque puedo ir y hablar contigo cada vez que desee. Gracias por tu Palabra, está en nuestro idioma, la puedo leer, la puedo entender y tú me iluminas para que sea mi vida.