Oración en Tiempo De CrisisMuestra

El sufrimiento y las dificultades llegan a nuestras vidas

El sufrimiento y los tiempos difíciles llegarán a nuestras vidas en diferentes ocasiones. Los hijos de Dios tenemos la certeza y la esperanza de que Dios, sin duda, hará y obrará a nuestro favor. Estemos alegres de que Dios es fiel y siempre escucha nuestras oraciones. La oración es clave para salir de los tiempos difíciles, así como de los tiempos de crisis. Dios, por medio de su Espíritu Santo y su Palabra, nos guiará y enseñará el camino de cómo salir de cualquier situación y circunstancia. Jesús sufrió y pasó por tiempos difíciles, nos enseñó el poder de la oración. Actúa como Jesús y deja que Dios tome control de todo. Vivamos con paciencia sabiendo que las crisis son temporales y que Dios está de nuestro lado y tiene lo mejor para nosotros.

Nosotros, los que hemos experimentado la grandeza, bondad, milagros, misericordia, amor, provisión, su gracia, salvación y todo lo que Dios es, podemos gustar y ver qué tan bueno es el Señor. Sin duda Dios nos ha mostrado su gran fidelidad y podemos todos decir que hasta aquí o hasta hoy nos ha ayudado Dios, precisamente cuando estábamos en situaciones difíciles. Dios nos quiere llevar de gloria en gloria y de victoria en victoria. Todos sus hijos hemos probado y visto sus bendiciones, puesto que estas no están condicionadas a las circunstancias pasajeras. Sigamos confiando en nuestro grandioso Dios y Padre perfecto, él tiene lo mejor para nosotros.

Reflexiona

¿Cuál es tu actitud en medio de la crisis? ¿Dejas que la situación te gobierne? ¿Oras y descansas en Dios? ¿Actúas en paz y gobiernas las situaciones desde tu posición de hijo de Dios? La oración, que es hablar con Dios, te fortalece para seguir adelante a pesar de las dificultades. ¿Cómo enfrentas la pandemia? ¿Cómo actúas si te contagias de Covid-19? ¿Te desesperas o actúas en paz?

Oremos

Padre amado, te doy muchas gracias por tanto amor, gracias por tu misericordia, por tu infinita gracia y tu generosidad. Gracias por un día más de vida que me regalas para ser parte de tu preciosa iglesia aquí en la tierra. Te alabo porque ya me diste las más ricas bendiciones espirituales. Te alabo porque, aunque la crisis venga, ya me hiciste victorioso. Gracias porque como tu hijo puedo hablar contigo en cualquier momento sin intermediario alguno. Cristo me dio esa entrada directa al Padre y puedo decirte Abba Padre.