Mi Propia LuzMuestra

Sigue tu propia luz

Hay un cuento que narra cómo un hada comenzó a perseguir a una luciérnaga en medio de la noche creyendo que la luz de este insecto era la más hermosa y brillante. El hada confió en que esa luz la llevaría a un gran lugar. Sin embargo, cuando la luciérnaga dejó de alumbrar, el hada terminó perdida en el bosque, llena de miedo y sin poder retomar el camino de regreso a su hogar.

La luciérnaga le dijo al hada:

-No necesitas seguir mi luz para encontrar tu camino, por eso te has perdido… porque has seguido mi luz, y ese no era tu camino, era el mío. Si en lugar de llorar observaras te darías cuenta de que tus alas también desprenden luz, esa es tu luz, la que debe guiar tu camino. Sigue tu propia luz. Ese camino será el tu camino y no el mío.

Mujer, hoy quiero que resuene en tu interior la frase “sigue tu propia luz, tu propio camino”. Hay un brillo especial en ti. Dios quiere que te enfoques en cuan especial te creó y que tu luz brille cada día con más y más intensidad. Que mucho nos equivocamos por estar comparándonos y soñando con tener o alcanzar lo que tienen otros. Mientras nos enfocamos en mirar la luz de otras personas ignoramos nuestra propia luz y perdemos nuestro camino. Yo creo que Dios nos ha llamado a cada una de nosotras y nos ha dado asignaciones especiales, no tenemos un solo propósito son muchos y se cumplirán en cada temporada de nuestras vidas.

Tenemos que aprender a mantener encendida nuestra propia luz para ver con claridad el camino que Dios abre para nosotras.

¿Cómo podemos mantener encendida nuestra propia luz?

1-Autoanalizarnos con frecuencia: analizar nuestras acciones, nuestros pensamientos, aquello a lo que nos exponemos diariamente. Yo creo que, así como se nota que estuvimos en la playa porque el sol quemó nuestra piel, de manera similar, se debe notar a la vista de todos que estuvimos expuestas a la presencia de Dios y a su Palabra. Él es la fuente de luz para nosotros, sin Él andamos en oscuridad. Él revela lo profundo y lo escondido, y sabe lo que se oculta en las sombras. ¡En él habita la luz! (Daniel 2:22)

2-Lectura de la Palabra: esta nos guiará y nos dará un estándar con el cual medir nuestro desempeño y avance. Aun si retrocedemos en nuestro caminar, la Palabra de Dios nos llevará nuevamente al camino correcto. Tu palabra es una lámpara a mis pies; es una luz en mi sendero. (Salmo 119:105)