«Y vivieron felices para siempre»Muestra

¿Felices para siempre?

Llegar al punto de «vivir felices para siempre» es complicado. Sin querer faltarle el respeto a Disney, no es tan sencillo mantener una buena relación. Realmente no sucede así: (1) amor a primera vista, (2) un pequeño malentendido que causa tensión, (3) derrota del villano y (4) vivieron felices para siempre. Lo siento, he visto demasiadas parejas que sonríen al casarse y luego hacen muecas en la corte durante su divorcio.

Por esto es que me encanta la Biblia. Porque la Biblia nos da un mejor guion para ese «y vivieron felices para siempre»: ya sea que usted esté casado, soltero o divorciado, nos ofrece una visión realista con respecto al encuentro del amor verdadero, la felicidad duradera y una profunda satisfacción sea cual sea su estado civil. Escuche lo que Pablo, un seguidor soltero de Jesús, escribió una vez: «He aprendido a estar contento en cualquier situación.Sé vivir con limitaciones, y también sé tener abundancia; en todo y por todo estoy enseñado, tanto para estar satisfecho como para tener hambre, lo mismo para tener abundancia que para sufrir necesidad; ¡todo lo puedo en Cristo que me fortalece!» (Filipenses 4:11-13). Pablo aprendió el secreto del «vivir felices para siempre». Note la palabra aprendió, pues esto no es algo que conozcamos por naturaleza. No es algo obvio, sino es un secreto que debe ser aprendido porque Dios nos lo revela.

¿Cuál es el secreto? Jesús. Mediante Jesús seremos siempre y eternamente amados, queridos, buscados, acompañados, perdonados, hechos amigos y deseados. Mediante Jesús tenemos a alguien que se preocupa, que escucha y que quiere ayudarnos con nuestros problemas. Esa es la verdad —en todos los altibajos complicados de la soltería, el noviazgo, el divorcio y el matrimonio— que conduce a un final feliz.