La OraciónMuestra

Orar Por Los Agresores

Orar por nuestros agresores, ustedes dicen: “Bueno, esto lo hizo Jesús solamente”. No, hay diferentes textos en la Palabra que nos indican que eso es algo que agrada al corazón de Dios. Por ejemplo, Job 42:8 se refiere a que cuando Job finalmente llega a un acuerdo con Dios aunque sus amigos le habían juzgado, le habían lastimado profundamente en medio de la crisis terrible que pasó, donde perdió sus hijos, donde perdió todos los bienes que tenía, al final Dios le dice a Job que es necesario que él ore por sus amigos para que Dios los perdone. Jesús también nos dijo que oremos por nuestros enemigos, y eso es algo importante en la vida cristiana; aprender a orar por nuestros enemigos, pero no orar para que Dios les corte el cuello, orar para que Dios los bendiga, orar para que puedan encontrar el perdón, que no sean castigados, que no venga sobre ellos ninguna de aquellas cosas malas que nos desearon tal vez a nosotros en un momento, que expresaron sobre nosotros como maldición, sino orar para que Dios tenga misericordia de ellos, que ellos puedan también encontrar en el perdón y la restauración. Eso solo lo puede hacer el amor de Dios, que no sea una oración irónica de segunda: “Señor, bendiga a esos prójimos” pensando “ojalá que pasen lo que yo estoy pasando”. Eso no es una oración que a Dios le agrada, a Dios le agrada cuando nuestro corazón llega al punto de amarlo tanto que puedo orar por mis enemigos para que Jehová los bendiga y los guarde.

Señor, transforma nuestros corazones lastimados, egoístas, orgullosos para que podamos llegar a amar al enemigo y orar por él de todo corazón en Tu presencia. En el nombre de Jesús. Amén.