Cómo mantener un matrimonio sólidoMuestra

Invertir en tratar a tu pareja correctamente

La manera en cómo tú tratas día a día a tu pareja determina el estado que el matrimonio tendrá a largo plazo.

Escuchamos la frase: «Trata como quieres ser tratado», pero no la ponemos en práctica y hacemos todo lo opuesto. Saber escuchar y poner en práctica lo que nos habla Dios es ser obedientes y sujetos a su Palabra. El que tiene oídos, oiga…

Primera de Pedro capítulo tres, nos habla de un vaso frágil que es la mujer y la pregunta sería: ¿Cómo manejas un vaso frágil? No lo pones en un lugar donde sabes que se romperá, lo tratas con delicadeza y con mucho cuidado. De la misma manera debe ser el trato de una mujer, pues se lastima fácilmente. La atención que se le presta determina su forma de reaccionar. Ella tiene una naturaleza de fragilidad y sensibilidad.

Los hombres no deben ser ásperos con ellas, sin embargo debemos tener en cuenta que los hombres por naturaleza son secos y poco delicados. Además, su forma de reaccionar es diferente en determinada situación con relación a la esposa. En este proceso de aprendizaje debemos entender que cada uno tiene su forma particular de superar los obstáculos.

Aprender el modelo de Dios en el matrimonio, donde la esposa respeta a su esposo para que esta relación funcione con la dirección de Cristo. Los hombres necesitan el respeto principalmente de su mujer, porque un hombre que es honrado por su esposa sabe que conquistará el mundo y será funcional y productivo en la vida. Todo lo contrario, al no ser considerado en toda ocasión, fracasará. Lo que tu esposo requiere es respeto, para fortalecer el carácter y ser victorioso, solo necesita tu respeto en la vida matrimonial. 

Reflexionemos

Aplicar cada consejo de este devocional fortalece la vida del espíritu y la vida del matrimonio, por lo tanto, practícalo, escríbelo y utilízalo. Tú eres el responsable, en tus manos está el que tengas un matrimonio sólido. Actúa para que esto sea realidad en tu vida.

Oremos

Padre te doy gracias pues tu Palabra no vuelve vacía, que los principios expuestos puedan actuar en la mente, corazón y espíritu de cada persona que lea para que sus matrimonios sean construidos de una manera nueva. Que cada casado pueda tomar iniciativas y dé pasos de gozo en su vida y los que aún no se han casado, que los puedan poner en práctica en su debido tiempo. Gracias por el Espíritu Santo que está obrando en nosotros y vamos avanzando de gloria en gloria. Hasta que lleguemos a la estatura del hombre perfecto, amén.

Para escuchar la predicación sobre la cual se basó este devocional, sigue este enlace Clic aquí