7 Modelos Para Orar Muestra

El Padre Nuestro 

En la historia del testimonio cristiano, ha habido cientos y miles de modelos de oración, pero puedo decir sin temor a equivocarme que no hay otro mejor modelo que el de Jesús. ¡Menos mal que Jesús nos enseñó a orar! Jesús es nuestro modelo de oración. Quizás algunos consideren al “Padre Nuestro” como una parte litúrgica o un rezo repetitivo carente de sentido, ¡pero lo cierto es que es una oración que funciona! 

1) Padre Nuestro que estás en el cielo, que sea siempre santo tu nombre

Lo primero que debe recordar es que sus palabras tienen un destinatario, ¡y no solo eso! El Señor Jesús nos reveló que Dios es nuestro Padre, lo cual nos habla de una cercanía única. La oración deja de ser religioso sino un deleite espiritual cuando usted y yo nos acercamos a Dios Padre mediante la sangre de Jesucristo. 

2) Que tu reino venga pronto. Que se cumpla tu voluntad en la tierra como se cumple en el cielo

Una vez que haya invocado a Dios, debe primeramente buscar el reino de Dios y su justicia, y no tanto en las cuestiones carnales y pasajeras. Agradezca a Dios por su bondad, por su salvación, por su misericordia, por su gracia, y verá cómo de su corazón fluirán ríos de agua viva. 

3) Danos hoy el alimento que necesitamos 

El tercer paso consiste en expresar nuestras peticiones del diario vivir. Dios no se encuentra a 1 millón de kilómetros de distancia, sino está con nosotros, y en nosotros. A Dios le interesa sus preocupaciones, y tiene el poder para solucionar cualquier situación traumática. Por lo tanto, no nos preocupemos por nada y oremos por todo. 

4) Y perdónanos nuestros pecados, así como hemos perdonado a los que pecan contra nosotros

A continuación, es el turno de orar por la integridad de la vida cristiana. La relación con Dios debe importarnos más que cualquier respuesta a nuestra oración. Procuremos llevar una vida sin mancha ni arrugas, y entristecer al Espíritu de Dios.  

5) No permitas que cedamos ante la tentación, sino rescátanos del maligno

Lo cierto es que nuestra vida no siempre refleja la santidad de Dios. Es por eso que debemos vivir en el Espíritu y no en la carne. Solo Dios puede librarnos del mal y de toda tentación, porque solo es imposible. De Dios dependemos absolutamente.

6) Pues tuyo es el reino y el poder y la gloria por siempre

Si bien algunas versiones omiten esta porción, considero importante porque debemos recordar siempre que Dios es digno de toda honra y gloria. Orar no se trata de presentar mis peticiones, sino de glorificar a Dios. 

7) En el nombre de Jesús. Amén 

A pesar de que esta parte no esté incluida en el Padre Nuestro, es necesario orar en el nombre del Hijo, porque en Juan 14:13-14; 15:16; 16:23-24, Jesús nos dijo que oráramos en su nombre. No es una señal de finalización ni de palabras mágicas, sino es un acto de reverencia en donde reconocemos que no hay otro mediador entre Dios y nosotros. En conclusión, oramos a Dios Padre, en el nombre de Jesús, con la ayuda del Espíritu Santo.