Batallas InternasMuestra

Paciencia en la batalla.

Todos hemos perdido la paciencia en alguna oportunidad; hemos visto como nuestra peor cara se manifiesta delante de las personas y cómo esa pérdida de autocontrol después la lamentamos grandemente.

En nuestra vida cristiana debemos ser pacientes, principalmente cuando libramos esas batallas internas que nos quieres desgastar; cuando nos enojamos perdemos el control y por eso debemos recordar siempre lo que nos dice la Escritura en Efesios 4:26-30 “26 Si se enojan, no pequen; que el enojo no les dure todo el día. 27 No le den oportunidad al  diablo. 28 El que robaba, deje de robar y póngase a trabajar, realizando un buen trabajo con sus manos para que tenga algo que dar a los necesitados. 29 No digan malas palabras, sino sólo palabras buenas que edifiquen la comunidad y traigan beneficios a quienes las escuchen. 30 No hagan que se entristezca el Espíritu Santo de Dios, con el que ustedes han sido sellados para distinguirlos como propiedad de Dios el día en que él les dé la liberación definitiva.”

Vemos como la Palabra nos exhorta a tener un autocontrol para que después no vayamos a tener un remordimiento de conciencia; sabemos que las batallas son difíciles y que debemos estar fortalecidos para poder resistir los embates del enemigo; depende de nosotros buscar la oración, escudriñar la Escritura y tratar de vivir lo que en ella se nos dice; si alineamos nuestro estilo de vida a lo que agrada a Dios entonces veremos como el enemigo trata de manifestarse pero tendrá que huir porque estaremos llenos del Espíritu Santo.

Siempre recuerda: no importa cuantas veces caigamos, lo importante es las que nos levantemos y sigamos adelante; oremos; amado Padre, en el Nombre de Jesucristo nos presentamos delante de tu presencia para darte honor y gloria porque solo tu lo mereces; te pedimos que nos ayudes a ser pacientes en esta batalla que libramos todos los días para poder ser luz en medio de la oscuridad; que las demás personas vean en nosotros tu amor, misericordia y bondad; ayúdanos a que si caemos no nos quedemos botados sino que nos levantemos para seguir adelante hacia la meta que nos has trazado, amén.