Cuidando nuestra santidad.Muestra

La recompensa de la santificación.

Hemos visto cómo guardar nuestra santidad, que debemos alejarnos de lo que este mundo ofrece y trata de darnos para entretenernos en lo malo; siempre recordando que es a través del Espíritu Santo que vamos siendo santificados cada vez más para el regreso del Señor Jesucristo por su pueblo.

Cerrando esta serie de mensajes te deseo recordar que todo tiene su recompensa, ya sea buena o mala; depende de nosotros buscar el bien para tener buenas recompensas; recordemos lo que nos dice 1 Pedro 3:11-13 “11 Apártese del mal, y haga el bien; Busque la paz, y sígala. 12 Porque los ojos del Señor están sobre los justos, Y sus oídos atentos a sus oraciones; Pero el rostro del Señor está contra aquellos que hacen el mal. 13 ¿Y quién es aquel que os podrá hacer daño, si vosotros seguís el bien?” Que maravillosa recompensa es sabernos hijos e hijas de Dios y estar bajo su cuidado; si andamos en santidad y en justicia delante de Él veremos su favor y misericordia operando en todas las áreas de nuestra vida.

No hagamos lo malo porque esto trae una recompensa negativa que a nadie le gusta recibir; el castigo de Dios está preparado para aquellos que hacen lo malo, que se niegan a recibir la Palabra, aquellos que, aun conociendo la Escritura, deciden aventurarse a lo malo justificando sus acciones bajo pretextos y razonamientos humanos; recordemos que a Dios no lo podemos engañar, Él conoce todo y paga a cada uno según sus obras; tengamos cuidado de nuestro estilo de vida y veremos puertas abiertas de bendición sobre nosotros y nuestros seres amados.

Oremos: amado Rey de justicia perfecta; en el Nombre de Jesucristo nos presentamos delante de tu Trono para adorarte por tu amor, misericordia, paciencia y bondad; sabemos que todos fallamos de una u otra forma y por eso te pedimos que nos perdones; también que nos ayudes a apartarnos de todo lo malo buscando la santidad para agradarte cada día más, úsanos como obreros aprobados para llevar las buenas nuevas a través de nuestro testimonio y bendícenos para ser un canal de bendición para otras personas, amén.