Mentalidad de la Humildad (Parte 4)

Por Danny Saavedra

 “Para que en el nombre de Jesús se doble toda rodilla de los que están en los cielos, y en la tierra, y debajo de la tierra;  y toda lengua confiese que Jesucristo es el Señor, para gloria de Dios Padre.”—Filipenses 2:10-11 (RVR1960)

Algo interesante que debemos tener en cuenta es la traducción de la frase “en el nombre de Jesús”. Esta frase tiene un significado antiguo. Se remite a los pasajes del Antiguo Testamento que se refieren a Dios, y aquí se aplican en el Nuevo Testamento refiriéndose a Jesús. “En el nombre” es una frase que se usa constantemente para la adoración de Dios. Y la idea de “doblar las rodillas”, en realidad expresa rendir homenaje, respeto y adoración.

Así que, en el nombre de Jesús, o como lo dijo el teólogo John Gill, “en y por el poder, la autoridad y la dignidad de Jesús, como exaltado a la diestra de Dios, toda criatura debe estar sujeta a Él”. El significado aquí es que Jesucristo fue exaltado y levantado por Dios, y vendrá pronto donde todas las personas, todos los seres de la tierra, en el cielo, e incluso aquellos debajo de la tierra reconocerán que Jesús es El Señor.

Es interesante que Pablo menciona a “aquellos debajo de la tierra”, entre los enumerados por Jesús (Romanos 14:9–11; Efesios 4:9-10; Apocalipsis 5:13). Muchos eruditos también creen que esta frase incluye también a los demonios y a los perdidos, como los que reconocerán algún día que Jesús es El Señor, aunque el homenaje dado por este grupo no es de amor sino de miedo, como se ve en Marcos 3:11 y Lucas 8:31.

El punto principal que Pablo estaba exponiendo aquí era que la imagen del Dios invisible (Colosenses 1:15), el primogénito sobre toda la creación, Dios en la carne, se humilló a sí mismo y renunció a sus privilegios divinos para vivir entre nosotros, lograr la perfección de la vida que nunca pudimos alcanzar, tomar sobre sí mismo nuestro castigo, lograr la victoria sobre el pecado, y conquistar la muerte. Y debido a esta humildad, Dios le dio el título de Salvador, y en Su nombre toda rodilla se doblará. Por lo tanto, la humildad tiene mucho valor para el Señor. Es la cualidad que más nos acerca a Su trono y lo que más refleja Su corazón en nosotros.