Corazón De DiscípuloMuestra

4. Eterno aprendiz.

Cuando entró en casa, aparte de la multitud, sus discípulos le preguntaron acerca de la parábola. (‭Marcos‬ ‭7‬:‭17‬) 

En los tres primeros días de esta serie, vimos lo que considero los principios del llamado de Dios, que son, conocer lo que Él quiere que hagamos, ponernos a su disposición y estar dispuestos a padecer por Él. A partir de hoy seguimos con los principios que mantienen vivo y encendido el llamado de Dios. 

Eterno aprendiz. 

Algo que aprecio mucho de los discípulos a pesar de sus altos y bajos durante el ministerio de Jesús es que todo lo preguntaban, hasta lo más mínimo por torpe que pareciera y creo que yo hubiera sido igual que ellos porque cuando quiero sacarle algo al Señor o entender algo de su Palabra no me quedo tranquilo hasta que lo consigo. No hay preguntas tontas, hay tontos que no preguntan, atrévete a indagar, boga mar adentro. 

Si quieres que tu llamado se mantenga vivo tienes que convertirte en un eterno aprendiz y la razón de ello es que le servimos a un Dios infinito, Él no tiene límites, siempre hay algo nuevo que aprender de Él y su Palabra. Si crees que leer de Génesis a Apocalipsis es suficiente déjame decirte que estás perdiendo tu tiempo, hay más que eso, hay más que leer, tienes que estudiar a Dios a través de su Palabra, todavía hay millones de códigos y revelaciones que descifrar, todavía no entendemos a Dios y si creemos que lo entendemos es muestra de que estamos antes del principio. 

Para un hijo de Dios con un corazón de discípulo cada día es una oportunidad para aprender algo nuevo, no me quedo con lo que aprendí ayer porque ayer ya pasó y mientras más aprendo sin permitir que el conocimiento me envanezca menos peligro corro de ser engañado. 

Más bien, alábese en esto el que se alabe: en entenderme y conocerme que yo soy el SEÑOR, que hago misericordia, juicio y justicia en la tierra. Porque estas cosas me agradan, dice el SEÑOR. (‭Jeremías‬ ‭9‬:‭24‬)