Majestad De Los Nombres De DiosMuestra

Tal vez siente curiosidad por la gran cantidad de nombres de Dios representados en las Escrituras. Quizás se esté preguntando, ¿Por qué Dios tiene tantos nombres en primer lugar? ¿Por qué no podemos conocerlo simplemente como Dios?

Una de las razones por las que Dios nos dio tantos nombres para referirnos a Él es para que podamos obtener una mejor perspectiva de quién es Él. En otras palabras, la razón por la que necesitamos tantos nombres es que un nombre por sí solo no describe completamente la majestad y el poder de Dios. Un solo nombre no puede comunicar completamente quién es Él.

Puedes ver este principio en funcionamiento en la forma en que nuestra cultura responde a los atletas superestrellas. Cuando un individuo se eleva por encima del resto y se vuelve en realidad genial, normalmente respondemos dándole un apodo.  Así es como un tackle defensivo de la NFL llamado Charles Edward Greene se convirtió en ‘Mean Joe Greene’. Él era demasiado bueno para un solo nombre. Así fue como Wayne Gretzky se convirtió en ‘el Gran Uno’ en la Liga Nacional de Hockey.  Y es por eso por lo que rara vez oyes hablar de un jugador de baloncesto llamado Julius Erving; oyes sobre el ‘Dr. J’ en su lugar.

Usamos varios nombres para resaltar los atributos únicos de las personas que consideramos excelentes. Es apropiado, entonces, que Dios usaría varios nombres para comunicar Sus muchos atributos y la majestad de Su grandeza para nosotros.

En más de cuatro décadas de ministerio y seis décadas de vida, me he convencido cada vez más de que Dios desea que lo conozcamos por todo lo que realmente es. A medida que entendemos y experimentamos los muchos aspectos de Su bondad y poder, nuestro corazón se abre para adorarlo.

Dios quiere que nos encontremos cara a cara con las muchas capas de Su significado e identidad. Sus nombres revelan varias facetas de Su carácter. De hecho, a lo largo de la Biblia cuando Dios quiso revelar una nueva parte de su carácter a su pueblo, muchas veces lo hizo al revelar un nuevo nombre.

Eso es lo que sucedió con Moisés durante su encuentro con Dios en el arbusto ardiente:

Moisés dijo a Dios: “He aquí, voy a los hijos de Israel, y les diré: 'El Dios de tus padres me ha enviado a ti.' Ahora pueden decirme: '¿Cómo se llama? "¿Qué les diré?" Dios le dijo a Moisés: "YO SOY EL QUE SOY"; y dijo: “Así dirás a los hijos de Israel: YO SOY me ha enviado a ti" – Exodos 3:13-14

Moisés sabía que no podía tomar el mando de los israelitas y sacarlos de Egipto basándose en su propio nombre y su propia autoridad. Por eso necesitaba saber el nombre de Dios. Moisés necesitaba conectarse a sí mismo con un atributo específico de Dios para mostrar el poder adjunto al nombre de Dios.

Dios respondió a Moisés revelando uno de mis nombres favoritos en las Escrituras: “YO SOY EL QUE SOY” (v. 14). Dios le dijo a Moisés todo lo que necesitaba saber acerca de sí mismo para que Moisés respondiera en obediencia, y lo hizo al revelando su nombre.