CorajeMuestra

Posponer la batalla

El coraje no es la ausencia de miedo. Es la elección de luchar frente al miedo.

Dios quería que los israelitas recién liberados eligieran la confianza en Él en lugar de temer a sus opresores. Por lo tanto, Dios evaluó las consecuencias inmediatas de su éxodo. 

Dios no siempre nos lleva por atajos. Hay veces que nos lleva por rutas más largas para protegernos. Nos lleva a través de viajes para que profundicemos nuestra fe en Él. Dios nos enseña y anima constantemente a confiar en Él. 

En el libro de Números, vemos que después de años de entrenamiento, los hombres en edad de luchar seguían siendo esclavos del miedo. Eran guerreros temerosos y se negaban a luchar contra sus enemigos. Por esto, Dios los hizo responsables. ¿Cómo es posible que después de años de entrenamiento y de estar bien equipados para luchar en las batallas, estos hombres siguieran siendo esclavos del miedo? ¿Cuántos de nosotros podemos identificarnos con estos hombres? Vamos a la iglesia, buscamos a Dios para conocerlo más, elegimos una vida en Cristo, pero vivimos con miedo cada mañana. Vivimos como si no tuviéramos la armadura de Dios. Llega un momento en el que, como el pueblo de Israel, no podemos seguir posponiendo la lucha. Dios nos hace responsables. Tenemos que tomar dos decisiones cada día: Podemos elegir el miedo o podemos elegir el coraje. 

Hoy es el día para elegir tener coraje. No podemos huir del miedo. Tampoco podemos seguir evitando las circunstancias difíciles. Deja de posponer la batalla. Estás llamado a mantenerte firme. Dios sacó adelante al pueblo de Israel con paciencia. Lo mismo hace con nosotros. Dios no nos priva del coraje. Él nos da poder a través del Espíritu Santo para elegirlo. Posponer el coraje no termina la batalla espiritual. No tengas miedo y sé valiente. ¡Dios está de tu lado!