La Gracia De Cristo Muestra

Mi hermana recibió un diagnóstico de cáncer cerebral. Por dos años se sometió a cirugía cerebral, quimioterapia y radiación para quedar libre de cáncer. ¡Alabado sea el Señor! Irónicamente, los tratamientos destinados a curarla le dejaron efectos secundarios duraderos. La cicatriz de quince centímetros en la parte posterior de su cabeza (ahora oculta debajo de su cabello), junto con la pérdida de memoria y problemas de equilibrio, son recordatorios de su batalla.

Ver sufrir a un ser querido es insoportable.

Pero en verdad, todos luchamos contra una enfermedad mortal: el pecado.

No solo somos débiles físicamente, sino también espiritualmente. Apartados de Cristo, somos incapaces de vivir una vida sin pecado. Estamos enfermos.

Por Su misericordia, existe una cura para nuestras dolencias físicas y espirituales: Jesús. Tiene el poder de mandar todo y hacer todo. Nada puede oponerse a Él. Conquistó la muerte y el pecado.

Si confiamos en Jesús para la salvación, cuando nuestros cuerpos humanos mueran, renaceremos en un "cuerpo glorioso," como el de nuestro Salvador. Y nunca más estaremos enfermos física o espiritualmente; no hay pecado ni enfermedad en el cielo.

Como cristianos, podemos afrontar enfermedades y otras dificultades con confianza que se basa en nuestro futuro en el cielo con Jesús.

Gracias a la esperanza que Cristo brinda, podemos descansar seguros, sabiendo que nuestros cuerpos y nuestros espíritus finalmente serán sanados.

¿Qué desafíos enfrenta actualmente? ¿Cómo, el saber que Dios tiene cosas maravillosas planeadas para su eternidad le ayuda a soportar con esperanza y perseverancia?

~Kristen Terrette