Venga tu ReinoMuestra

ORACIÓN:

Dios, ayúdame a estar conectado contigo hoy. 

LECTURA:

Es fácil interpretar erróneamente estos versículos de Gálatas. A menudo son mal citados al decir “frutos” del Espíritu. Parecería que Pablo nos está dando un lista de distintas y desconectadas características que se presentarán en la vida de un seguidor de Jesús. Pero Pablo no dice “frutos", específicamente dice “fruto". Usa el sustantivo en singular. Entonces, ¿qué nos está diciendo Pablo aquí?

El teólogo del siglo XVIII Jonathan Edwards enseñó sobre esta idea diciendo: “… parece que todas las gracias del cristianismo están concatenadas y enlazadas entre sí, de modo que están mutuamente conectadas y son mutuamente dependientes".

“Concatenado” es una buena forma del siglo XVIII de decir "todas las gracias del cristianismo" están encadenadas o unidas. Esto significa que no podemos crecer solo en una o dos áreas y dejar el resto sin tocar. Si el crecimiento espiritual es genuino, todas estas características crecerán simultáneamente. 

Es importante entender esto, de lo contrario, es fácil leer esto como una lista de cosas por hacer o "de ser". Sentimos presión, de alguna forma, de crear estas características a través de la fuerza de voluntad y del esfuerzo. Si nos basamos en nuestro temperamento y personalidad, algunos de estos atributos se manifiestan fácilmente. Pero otros parecen imposibles, quizás estemos tentados a pensar que Dios no está interesado en cambiar esas áreas de nosotros.

Pero si hablamos de fruto, no frutos, hay una simetría con nuestro crecimiento. No puedes tener gozo sin amor, paz sin amabilidad, bondad sin auto-control; al menos no en la forma duradera que Dios quiere estas gracias en tu vida. Todas están conectadas y crecen juntas. No son frutos separados, sino diferentes aspectos del mismo fruto, el fruto que crece únicamente por el poder de Dios cuando vivimos en conexión con Él.

No te desanimes por cómo reunir cada una de estas características; no es una lista de cosas por hacer que debas completar. Es Dios mostrándote el trabajo con el que estás comprometido a hacer en tu vida mientras caminas con Él. 

REFLEXIÓN

Este fruto del Espíritu crece al permanecer conectado a la fuente, la vid misma, la cual es Jesús. Al pensar en esta imagen ¿cuál es la condición del suelo de tu corazón? ¿Está seco o bien hidratado? ¿Fácil de cultivar o firmemente compactado? ¿Hay algo más plantado allí que compite con Jesús en tu vida?

Invita a Dios a vivir en tu corazón de una forma renovada y pídele que te muestre lo que sería permanecer constantemente arraigado y dependiente de Su amor.