El Milagro Del ArrepentimientoMuestra

"Arrepentimiento y Nuevo Nacimiento"

El arrepentimiento marca un nuevo comienzo; cuando reconocemos que hemos pecado contra Dios, somos guiados por su Espíritu para corregir nuestro mal proceder. El arrepentimiento produce en nosotros el acto de apartarnos del pecado y aceptar el don del perdón que Dios nos concede gracias a la fe y la gracia que nos ha concedido en Cristo Jesús. Es el acto de fe que marca el inicio de una nueva relación con Dios.

El verdadero arrepentimiento implica un cambio radical de nuestra vida. No podemos nacer de nuevo sin arrepentimiento. Es necesario que comprendamos qué hizo Jesús por nosotros en el madero, qué entregó por nosotros aún sin merecerlo, de qué nos salvó, de qué nos liberó y qué nos entregó al realizar tan invaluable sacrificio. Jesús entregó su vida, siendo santo sin pecado, por nosotros pecadores. Él se puso en el lugar que nos correspondía para recibir el castigo y la ira que sólo nosotros nos merecemos. Él nos libró de la culpa, de la condenación eterna, de ser lanzados al lago de fuego donde serán destruidos todos aquellos que no se arrepientan de su desobediencia a Él. Nos liberó del pecado, de la muerte y la destrucción; nos entregó el perdón, la salvación y la vida eterna. Nos concedió la dicha de ser reconciliados con Dios el Padre para la eternidad, llamándonos Sus hijos, haciéndonos coherederos juntamente con Él, de Sus gloriosas riquezas y de Sus promesas. Nos entregó el don del Espíritu Santo, para que guiados por Él, estemos siempre en Sus caminos.

Cuando nos arrepentimos, el Espíritu de Dios, produce en nosotros una renovación total de nuestro ser. Nacemos de nuevo, y empezamos a vivir como dignos representantes de un Padre, justo y anto.

Jesús murió y resucitó para darnos una nueva vida, una vida conforme a Su voluntad, libre del pecado y de todo aquello que va en contra de Dios.

No podríamos decir que hemos nacido de nuevo si seguimos habituados al pecado ¿De qué entonces nos salvó Jesús? Él realmente transforma nuestra vida.