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Tu Historia De Fe

DÍA 5 DE 8

El capítulo 6 y 10 de Hebreos van mano a mano como una advertencia para el pueblo de Dios de no apartarse de la verdad de Cristo. En este tiempo, muchos creyentes están apartándose, probablemente a causa de la falta de madurez en su relación con Jesús. El libro de Hebreos nos enseña que, si no estamos firmes en la Fe, estamos en peligro de perder nuestra relación con Cristo. 


Como Pastora, lo he visto muchas veces. Hombres y mujeres que llegan a Cristo y ven su bondad en sus vidas, y aún así caen otra vez en sus viejos vicios y hábitos en poco tiempo.  Si hay algo que he aprendido  en  mi  vida  ministerial  es  que  nunca  puedo  tomar  mi relación con Dios a la ligera. El hecho de que soy fuerte hoy, no significa que siempre lo seré. Todos necesitamos aprender lo que es estar anclado cuando las olas de la incredulidad, inmadurez y las pruebas amenacen apartarme del camino. 


Algunas verdades acerca de aquellos que se descarrian nos son reveladas en Hebreos. Estas cosas son importantes tomarlas en cuenta si queremos evitar caer en el mismo camino. Primero, aprendemos en el capítulo 5 versículos 11-14 que aquellos que se descarrian no son intencionales con su crecimiento espiritual.  El autor nos enseña que estos creyentes “no trataban ni siquiera comprender” y que ellos necesitaban alguien que les enseñara las verdades elementales una y otra vez, en vez de hacerlo por ellos mismos y asumir la responsabilidad de dejar la leche espiritual para comer comida sólida.


Nuestro texto enseña que cada individuo es responsable de hacer esto. No deberíamos necesitar alguien que nos enseñe las cosas simples repetidamente. En lugar de esto, es nuestro trabajo “entrenarnos nosotros mismos” (5:14) a distinguir lo bueno de lo malo. Aquellos que se mantienen firmes en la fe son aquellos que comprenden que no es su Pastor, líder o la responsabilidad de su esposo(a) el mantenerlos estables en la fe.


Los versículos 7-8 (del Capítulo 6) ayudan a esclarecer esto al comparar a cada persona a lotes de tierra. Hay dos tipos de tierra que son mencionadas en este pasaje: las dos reciben lluvia, pero solo una produce una cosecha que es buena. La otra produce abrojos y espinas. De esta misma forma, cada hijo de Dios tiene acceso a la gracia y misericordia del trono de Dios.   Todos tenemos acceso al Espíritu Santo, quien, como testigo interno, nos hace saber lo que es bueno. Aun así, algunos de nosotros no llegamos a recibir la lluvia que se nos ha sido dada-la Palabra, el Espíritu, nuestra fe- y no la hemos convertido en una relación significativa y madura con Cristo. El capítulo 6:17 dice que debemos ser diligentes, no solo por un tiempo, sino hasta el final. Debemos intencionalmente mantenernos comprometidos a convertirnos en fieles seguidores de Cristo, para de esta manera recibir lo que se nos ha sido prometido.  


En el versículo 22 del capítulo 10 de Hebreos, este nos exhorta a acercarnos a Dios. Otra vez nos recuerda que es nuestra responsabilidad acercarnos a nuestro Padre. Observa el cambio de responsabilidad que ocurre cuando entras a la madurez espiritual. Cuando eres un inconverso, Dios te busca. En los Evangelios aprendemos qué, porque Él es un buen pastor, él está dispuesto a dejar noventa y nueve ovejas para buscar aquella que está perdida (Mateo 18-12-14. Lucas 15:3-7). Él nos encuentra, nos perdona y nos restaura. Entonces la responsabilidad pasa a nosotros de no descarriarnos nuevamente. 


Es tan triste ver como muchos abandonan su fe. Frecuentemente hablamos sobre alguien que alguna vez tuvo fe, pero ya no. Decimos que ellos “perdieron la fe”.  En realidad, la gente no pierde la fe, ellos la abandonan.  Porque no son capaces de perseverar, ellos nunca recibirán la plenitud de lo que Dios les ha prometido.  Así, como está escrito al final del Capítulo 10, creo que quienes están leyendo esto, no forman parte de aquellos que perderán su fe. Creo lo que está dicho en el versículo 39.


Al meditar en las escrituras  pregúntate: 


¿He sido diligente en desarrollar mi relación con Dios?


¿Qué estoy haciendo para asegurarme que estoy encaminandome hacia una comida espiritual diaria más sustancial y sólida?


¿He dado buenos frutos como resultado de mi fe en Cristo? O, ¿mi vida ha producido abrojos y espinas? ¿A qué prácticamente se parece?

Día 4Día 6

Acerca de este Plan

Tu Historia De Fe

A través de este estudio de 8 partes del libro de Hebreos, los lectores son llevados a través de la palabra con un enfoque intencional en Jesús, y cómo una relación con él puede cambiar nuestras vidas. Este libro respond...

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Nos gustaría agradecer a Vanessa Gracia Cruz por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite:https://www.vanessagraciacruz.com/  

 

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