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Un Llamado a La EsperanzaMuestra

Un Llamado a La Esperanza

DÍA 3 DE 4

No subestimes la capacidad de tu fe


 “—¡Mira! Ahí viene la Sunamita…—¡Déjala! Está muy angustiada, y el SEÑOR me ha ocultado lo que pasa; no me ha dicho nada”. 


 En oportunidades la vida se parece a un desierto. De repente nos despertamos un día y sentimos que nuestros pies se hunden en la arena, nos vemos desorientados y nos cuesta divisar a lontananza.   

Nos preguntamos: ¿Qué pasó si todo iba tan bien?


La mujer Sunamita encarna bien este tipo de situaciones de la vida; pero lo que quiero resaltar de ella es que fue una sobreviviente quien nos dejó valiosas estrategias para mantener viva la esperanza cuando lo que más amamos “Sentimos” que se “Pierde.”


La Biblia nos deja ver que la Sunamita era una mujer de clase social alta, generosa, tenía un conocimiento de Dios y era hospitalaria con Eliseo un siervo del Señor, pero tristemente era infértil.


 Y aquí va la primera estrategia:

• Si vas a mantener viva tu esperanza en los tiempos estériles, tienes que ganar la batalla de tu mente (Fil 4:8). La Sunamita representa a tantas mujeres valientes que han esperado por mucho tiempo que el deseo de su corazón sea cumplido; sin rendirse deciden no amargarse y siguen amando, sirviendo al Señor y moviéndose a pesar de la ausencia de esa “Única cosa” que más desean en su corazón.


Esta es la segunda estrategia.

• Al margen de lo compleja que sea tu situación en este momento ¡Todavía estás vivo y mientras estés vivo hay esperanza! Lo cual indica que no debes claudicar en tu oración, súplica o petición a Dios... El día del Señor llegó para la Sunamita y a través del profeta Eliseo, Dios le profetizó que tendría el hijo que había estado anhelando por tanto tiempo. 


Tercera estrategia

• La Biblia nos dice que el niño creció, pero un día cualquiera sucedió lo impensable. El hijo de la Sunamita tuvo un terrible dolor de cabeza y murió ¡Qué tragedia, lo que más amaba y por lo que tanto había esperado y hasta orado, se perdió de repente!

Estoy absolutamente convencido que Dios es el Señor de la vida y así como la da, la puede quitar. Y si la quita, la puede volver a dar como en el caso del hijo de la Sunamita. Pero lo que llamó mi atención es ver a una mujer guerrera, valiente, decidida a luchar hasta el final por la bendición que Dios le había dado.


Así que querido amigo/a, nunca subestimes el valor de la fe y la esperanza que Dios ha puesto en ti, para creer y confiar que Él puede “Resucitar completamente cualquier situación muerta en tu vida, siempre y cuando sea para tu bien.” Así como también Él puede ayudarte a restaurar tu vida después de la tormenta.


Mantengamos firme la esperanza que profesamos, porque fiel es el que prometió.

(Hebreos 10:23)

Escrituras

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Acerca de este Plan

Un Llamado a La Esperanza

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Nos gustaría agradecer a Conociendo a Dios por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite:http://conectar.conociendoadios.net  

 

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