Caos Sobreviviendo a La Confusión AbsolutaMuestra

Ora

Uno de mis personajes bíblicos favoritos es Daniel, quien en múltiples ocasiones vivió el caos de primera mano, sin embargo, cuando este llegaba a su vida, la oración siempre fue su principal armay como consecuencia, la claridad total lo acompañaba.

Algunas de las cosas caóticas que vivió Daniel fueron: lo deportaron de su tierra, Jerusalén, para vivir en una cultura diferente en donde incluso le cambiaron el nombre, arriesgó su vida al no contaminarse con la comida del rey, tuvo que interpretar el sueño de un rey dictador o de lo contrario sería asesinado junto con todos los sabios del reino; tuvo que interpretar otro sueño del rey Nabucodonosor arriesgándose a que se enfureciera con él, pues se trataba de una visión que revelaba el fin del reino de Babilonia; tuvo que explicar a Belsasar hijo de Nabuconodosor, que su reino había llegado a su fin cuando Dios escribió en la pared del palacio y nadie supo lo que significaba; luego fue arrojado a un foso con leones por no adorar al rey Darío, y finalmente tuvo visiones del futuro, que eran tan terribles e inexplicables que llegó a sentir un caos interior.

En todos estos momentos caóticos podemos ver lo más valioso que tenía Daniel: su relación con Dios. Cada que parecía no haber salida, Daniel iba a su cuarto, se arrodillaba y comenzaba a orar a Dios por claridad. Daniel nunca oró porque sus circunstancias cambiaran, él oraba porque Dios le revelara lo que debería hacer en medio del caos.

Esto nos da una de las lecciones más importantes de la oración: No oramos para que Dios cambie de opinión, oramos para que Dios cambie nuestro corazón. Cuando esto sucede, comenzamos a tener paz en medio del caos, sabiendo que Dios sigue teniendo el control, sin importar el nombre de nuestro problema. Así mismo cuando oramos podemos tener claridad y orden acerca de lo que Dios está haciendo en el mundo, en nuestro país, en nuestra familia y en nuestra vida.

Daniel nos enseña entonces que la oración es igual a paz, claridad y revelación acerca de lo que Dios está haciendo, esto nos muestra que puede haber un caos exterior alrededor del mundo, pero si somos hombres y mujeres de oración, el caos nunca tendrá lugar en nuestro interior.