[Visión 2020] Victoria en nuestras batallasMuestra

Nuestra posición en Cristo

Nuestros problemas nos llevarán al corazón de Dios o nos separarán de él. Queremos ser personas cuyos problemas nos empujen hacia Dios, hijos que invitan a Dios a sus miedos, así como a sus batallas.

Después de obtener cierta perspectiva, tenemos que mantenernos firmes en nuestra posición. Dios nos ha dado una posición increíble en Cristo. Quiere que vivamos dentro del don espiritual de cómo nos ha conectado y que gobernemos desde el cielo, donde nos ha sentado. Si alguien no sabe cómo vivir esa posición, por ejemplo, un mariscal de campo que no sabe cómo lanzar un balón o un receptor que no puede atrapar un balón, no se va a desempeñar bien y tendrá un problema. El cielo necesita que seamos jugadores competentes, seguros de nuestra posición en Cristo.

¿Quién soy en Cristo?

En Cristo somos una nueva creación, un sacerdocio real, una raza elegida, una nación santa, pueblo de la propia posesión de Dios, sin condenación, hijos legítimos de Dios. Estamos sentados en lugares celestiales. Cristo vive en nosotros (más grande es el que está en vosotros que el que está en el mundo). Ya no somos siervos, sino amigos de Dios. Ya no tenemos un espíritu de temor, sino un espíritu de poder, amor y dominio propio. Somos herederos de Dios y coherederos con Cristo; ciudadanos del cielo; miembros del cuerpo de Cristo; un espíritu con él. 

Una y otra vez podríamos ir. Página tras página, podríamos decir quiénes somos en Cristo. Lo primero que necesitamos saber cuando la batalla se acerca es la perspectiva de Dios y la posición que tenemos en Jesús.

¿Eso significa que vamos a conseguir todo lo que queremos, como lo queremos? No funciona así. Porque si consiguiéramos todo lo que queremos, seríamos un montón de mocosos mimados y no nos pareceríamos en nada a Jesús. Dios nos da algunas cosas que no nos gustan para usarlas en nuestra formación. 

Dios nunca ha defraudado a una sola persona en la historia y tú no serás el primero. Su fidelidad está alineada contigo y su fidelidad no caerá.