Esperar a DiosMuestra

He aprendido que la bondad de Dios no se basa en mi circunstancia actual. Las etapas de la vida incluyen tiempos buenos y malos. La vida está llena de contrastes. Atravesamos montañas y atravesamos valles. Pasamos por éxitos y pasamos por fracasos. Tenemos victorias y pérdidas. Nada, absolutamente nada, puede cambiar el hecho de que Dios es bueno. 

Dios me encontró en mi dolor más oscuro y me enseñó a tener esperanza. Dios puede tomar hasta las cosas malas y, en el momento adecuado, darles la vuelta y usarlas para bien de la manera que Él quiere.

He pasado por momentos de sufrimiento y ciertamente no vi mucha belleza en ellos, pero después de unos años, los propósitos de Dios se cumplieron y se reveló la verdadera belleza de la experiencia.

Piensa en José en el Libro del Génesis. Sus hermanos lo vendieron como esclavo, lo obligaron a hacer un trabajo de siervo en Egipto y lo encarcelaron debido a una mentira cruel.

¡Parecía una imagen tan fea y desesperada! Pero Dios estaba trabajando, y finalmente se reveló la belleza de todo el cuadro. José pudo decirles a sus hermanos: "Ustedes me lo hicieron para mal, pero Dios lo hizo para mi bien". Dios hizo hermosas las experiencias de José en su tiempo.

Piensa en Esteban, el primer mártir Cristiano. Sus enemigos mintieron sobre él y llevaron a los tribunales a testigos falsos. 

Mientras Esteban trataba de hablarles de Cristo, lo sacaron a rastras de la ciudad y lo apedrearon hasta matarlo. Qué escena más fea—esa multitud odiosa que arrojaban piedras a un hombre inocente. Pero Dios lo hizo hermoso en Su tiempo, porque como resultado del rostro resplandeciente de Esteban, Saulo de Tarso fue salvado y se convirtió en el gran apóstol Pablo.

Si estás en la voluntad de Dios, no importa cuán oscura sea tu situación, recuerda esto: Dios tiene un plan, Dios tiene un propósito y Dios hará que todo sea hermoso en Su tiempo.