El Arduo Trabajo De Transformar El CorazónMuestra

El rey David fue uno de los personajes más importantes y centrales de la historia de Jesús. Era un hombre conforme al corazón de Dios, y fue uno de los reyes más poderosos e influyentes de la historia. El rey David no era un hombre perfecto. De hecho, era increíblemente imperfecto. Al igual que Jonás, David sabía cuando se equivocaba y se arrepentía. Sin embargo, a diferencia de Jonás, vemos que la confesión de David es con un corazón contrito y un espíritu quebrantado. En el Salmo 51, después de que David tiene una aventura con Betsabé, confiesa públicamente su pecado y se arrepiente, comprometiéndose a la obra de arrepentirse y de cambiar el pecado que se reveló en su corazón. Ambos hombres fueron obedientes, pero sólo David tenía el espíritu quebrantado. Dios usó a ambos hombres para hacer las grandes obras que había planeado para ellos, y ambos hombres se arrepintieron, pero sólo uno se comprometió a la obra de transformar el corazón. Tenemos la oportunidad, como individuos y como La Iglesia, de cambiar nuestro comportamiento, pero también tenemos la oportunidad de permitir que la obra de transformación cambie nuestros corazones.  

Preguntas:

1. ¿Has estado modificando tu comportamiento porque sientes que es lo correcto, pero no te has comprometido a cambiar tu corazón? Identifica las formas en que has respondido como Jonás y las formas en que has respondido como David. Haz un inventario de tu corazón para ver si hay áreas en las que aún necesitas una transformación.