El pacto matrimonial en una sola carneMuestra

¿Características del pacto en una sola carne? – Parte II

A la luz de las Escrituras el pacto en una sola carne está dotado de algunas características que necesitan estar presentes para que el matrimonio funcione adecuadamente, y sea cubierto con las bendiciones del pacto:

• Es un vínculo por tiempo indeterminado e indisoluble. “Lo que Dios juntó, no lo separe el hombre” (Mateo 19:6). El divorcio no forma parte de la voluntad directiva de Dios para el hombre. Eso se pone de manifiesto en las enseñanzas de Jesús. Así ante la pregunta de los fariseos de su tiempo: ¿Es lícito repudiar a su mujer por cualquier causa? (Mateo 19:3). Jesús respondió: “No habéis leído que el que los hizo al principio, varón y hembra los hizo…lo que Dios juntó, no lo separé el hombre” (Mateo 19:4-6). Y luego ante la insistencia de los fariseos con el tema, con una pregunta más específica: “¿Por qué, pues, mandó Moisés dar carta de divorcio, y repudiarla?” (Mateo 19:7) Jesús contestó: “Por la dureza de vuestro corazón Moisés os permitió repudiar a vuestras mujeres; mas al principio no fue así” (Mateo 19:8). 

Dios concibe el matrimonio como una unión duradera, y con ello busca salvaguardar la familia como institución. El divorcio no es una solución, sino una señal de fracaso.

• Es un vínculo de renuncia y subordinación mutua. Como compañero de pacto, intercambiamos todo lo que antes teníamos por separado. El pacto implica una entrega de todo lo que somos y tenemos, aun nuestros propios cuerpos. “La mujer no tiene potestad sobre su propio cuerpo, sino el marido; ni tampoco tiene el marido sobre su propio cuerpo, sino la mujer” (1 Corintios 7:4). Ahora, también los bienes se tienen en común: sueldos o salarios, automóviles, herencia, casas, mobiliarios, muebles, regalos, etc.