Casa de MilagrosMuestra

 Día 1: SIEMPRE TENEMOS ALGO

En un mundo que parece estar sin control, todos estamos necesitando la intervención de Dios. Que Dios intervenga no es otra cosa que ver milagros en nuestras vidas. Muchas veces vemos campañas que nos anunciaban “Venga a recibir su milagro”, ahora tenemos que buscar los milagros en nuestras casas. Los milagros no van a faltar aunque falten las campañas, porque los milagros los da Dios ¡y Dios está en su casa con su familia!

En 2 de Reyes 4:1 al 7 podemos leer la historia de la viuda. Su marido había muerto y con él la esperanza de salir adelante. Tenía deudas que no podía pagar y no podía salir a trabajar. Los acreedores vendrían a cobrar llevándose a sus hijos. 

Cuando nos invade la angustia esta misma nos ciega y no nos deja pensar, razonar. En el versículo 2 ella le dice al profeta “Ninguna cosa tengo”. Sin embargo, tenía una vasija de aceite. Siempre tenemos algo para empezar y con esa vasija de aceite, Dios convirtió la casa de muerte en casa de Milagros. Así como lo hizo con la viuda, Dios quiere convertir tu casa en una casa de Milagros. Una casa que estaba marcada por la ruina, las deudas, el dolor, la depresión, Dios la convertiría en casa de Milagros.

¿Cómo convertir nuestra casa en una casa de milagros?

Lo primero que debe hacer es descubrir a Dios en su casa. Creemos que no tenemos nada porque estamos abrumados por lo que nos pasa, creemos que no tenemos nada porque menospreciamos lo que tenemos, pero lo más importante lo tenemos y es a Dios, para Él no hay nada imposible. Los momentos de adversidad hay que regarlos en oración y fe. Confíe en que Dios lo sacará de esta adversidad como hasta acá lo ha hecho.