[Serie Máximo Gozo] Amor PerfectoMuestra

Abre las puertas de tu corazón – el amor perfeccionado

En una conferencia celebrada en nuestra iglesia, el Dr. Larry Crabb pidió a las personas que escribieran en un papel su respuesta a esta pregunta: "¿Cuál es la única cosa en tu vida de la que estás más avergonzado y más te avergonzaría que otros supieran?” Era una encuesta anónima. El Dr. Crabb dijo que pensaba que la respuesta sería algo sexual. No fue así. La respuesta más común fue: "Tengo miedo de que las personas descubran cuán lejos estoy de poder amar a las personas como Dios quiere que las ame".

Recordemos que Dios quiere que tengamos amor ágape, amor desinteresado, amor incondicional. Pero hay algo que nos detiene. Entonces, ¿qué puede abrir las puertas al amor perfecto?

“Ese amor se manifiesta plenamente entre nosotros para que en el día del juicio comparezcamos con toda confianza, porque en este mundo hemos vivido como vivió Jesús. En el amor no hay temor, sino que el amor perfecto echa fuera el temor. El que teme espera el castigo, así que no ha sido perfeccionado en el amor. Nosotros amamos porque él nos amó primero” (4:17-19).

La palabra para es una señal respecto al propósito del amor maduro y divino. A medida que este amor nace del Espíritu en nuestras vidas, crece y madura. Eso solo puede suceder en la comunidad, tal como lo expresamos hacia los demás. Cuando hacemos esto, no tenemos que temer a Dios. No tememos su venida; en cambio, anticipamos su venida, y no podemos esperar a que muestre Su gloria en todo el universo. Este es el propósito del amor perfecto: da audacia en el día del juicio y desecha el miedo para que podamos disfrutar del amor recíproco, la intimidad profunda y la comunión con Dios, con nuestros hermanos y hermanas en Cristo.

El miedo evita que nuestro amor crezca. ¿Miedo de qué? El que todos tememos en las relaciones, ya sea con Dios o con los hombres: miedo al rechazo. La mayoría de nosotros tenemos miedo al rechazo de otras personas. Algunos han sentido tanto el aguijón del rechazo que han perdido su capacidad de sentir conscientemente. Este miedo al rechazo impide el crecimiento del amor perfecto.

¿Cuándo tememos? Cuando olvidamos que Él nos amó primero. Recuerda que Dios fue el iniciador, nosotros éramos sus enemigos pecadores. Lo rechazamos una y otra vez. Jesús vino a la tierra y mostró Su amor, misericordia, compasión y sanidad, pero fue rechazado por los hombres. Pero debido a que "Dios es amor", amor perfecto, no tiene miedo al rechazo. El miedo al rechazo es lo que nos impide dar el primer paso, especialmente si hemos sido lastimados varias veces por alguien que nos importa.

¿Cuál es el resultado del miedo en nuestras vidas? Nos restringe, nos frena y nos impide alcanzar el amor sacrificado, desinteresado e incondicional. Pero, cuando liberamos el Espíritu, Él puede y producirá amor ágape en nuestras vidas. Hasta que no perciba el amor perfecto de Dios por mí, no puedo dispensar amor a otras personas de manera constante. Si me acerco a otro ser humano con mi copa rota, nunca se quedará llena. Nunca tendré suficiente para compartir con otros a mi alrededor. Tarde o temprano, no podré soportar más rechazo, así que alejaré mi taza y la pondré en el estante de algún lugar.

Pero si le entrego mi copa rota a Dios, Él es más que capaz de usar Su suministro infinito de amor perfecto para llenar mi copa y mantenerla llena. Él tiene suficiente amor – porque Dios es amor – para llenar mi copa rota y las copas rotas del mundo entero. Solo tenemos que ir a Él primero. Luego, con mi copa llena de Su amor, pero todavía agrietada y goteante, puedo compartir algo de Su amor perfecto con el mundo y experimentar máximo gozo en Cristo.