[Serie Una sola carne] Oración en una sola carne Muestra

Oremos con autoridad 

Se debe orar para poder estar fortalecidos con todo poder, conforme a la potencia de su gloria. Es necesario estar fortalecidos en él para enfrentar cada situación y proceso que se va a vivir en la vida matrimonial, en las fuerzas humanas no es posible hacerles frente a los problemas diarios. Si desvaneces en tus fuerzas, que mejor lugar para restablecerlas, más allá de cualquier concepto humano que exista, ¡que en la potencia de su gloria! Solo en su gloria y con sus fuerzas será posible lograr pasar las dificultades y obstáculos. 

Nuestra oración debe ser con autoridad puesto que somos hijos de Dios y él nos la ha dado. Debemos orar la palabra de Dios. En la Biblia encontramos versículos que hablan de la oración, estos pueden darnos una guía para cuando vayamos a orar. 

El apóstol Juan, dejó registrado que, «ésta es la confianza que tenemos en él que, si pedimos alguna cosa conforme a su voluntad, él nos oye». Porque sabemos que cuando hacemos lo que dice 1 Juan 5:14 oramos para que la voluntad de Dios sea establecida en la tierra y en nuestras vidas.

También vemos que Pablo, en la primera carta a los Tesalonicenses, enfatiza «Orad sin cesar». Nuestra oración debe ser constante y en todo tiempo. Las situaciones pueden llegar a desesperarnos, pero de esa manera no solucionamos nada. En lugar de entrar en estado de desesperación como hijos de Dios debemos orar por cada situación o dificultad que se está presentando. Es necesario que desarrollen confianza y autoridad sobre las circunstancias, gobernándolas y no permitiendo que ellas gobiernen nuestro matrimonio y hogar. Cuando dejamos que las situaciones difíciles gobiernen nuestro matrimonio, los problemas van a avanzar y no podremos ver la solución. 

Como hijos de Dios debemos gobernar los ambientes que afectan nuestro hogar, como la economía, enfermedad, los problemas diarios, entre otros. La pareja tiene el poder de establecer el ambiente para su hogar, un ambiente de paz y amor que gobierne la relación en su cotidianidad.

Los problemas siempre se van a presentar, pero está en nosotros cómo vamos a actuar, si entrar en desesperación y empeorando la situación con la pareja, o gobernando desde los lugares celestiales. 

Reflexionemos

¿Gobiernas los ambientes, o ellos te gobiernan a ti? ¿Tomas la decisión de gobernar el ambiente de tu hogar en paz y amor?