Promesas de Dios en tiempos de crisisMuestra

¡PROTECCIÓN DE LO ALTO!

Hay momentos en nuestra vida en que todo parece fluir muy bien. Las cosas marchan como esperamos. Nuestra familia está bien, la economía está estable y creciendo, las relaciones están más fuertes que nunca. Y en esos momentos es fácil reconocer que Dios está detrás de todo.

Pero, ¿qué pasa cuando es al revés? Cuando emocionalmente nos sentimos devastados. Cuando las circunstancias están claramente en contra. Cuando personas te atacan. Cuando te quieren robar la paz. Cuando la salud se deteriora. Cuando perdemos algo valioso. Nos sentimos mal y tendemos a echarle la culpa a Dios de lo que nos está pasando. 

Sin embargo, Dios es un Dios amoroso y paciente, aun cuando dudamos. Los hijos de Coré, ayudantes del templo, escribieron una canción para recordar la fidelidad de Dios y su tremendo poder por encima de cualquier circunstancia que enfrentemos. Aunque la tierra se desmorone y las montañas se hundan, aunque las aguas rujan y retiemblen los montes, podemos confiar en la protección de Él porque “Dios es nuestro amparo y nuestra fortaleza, nuestra ayuda segura en momentos de angustia.” (Salmos 46:1).

Así que, a medida que terminamos este plan de lectura, quiero recordarte algunas de las maravillosas promesas de Dios para tu vida en esta crisis:

• Dios está contigo.


• Él nunca te abandonará.


• No hay nada imposible para Dios.


• Si lo buscas, lo encontrarás y te abrirá la puerta.


• Él nunca va a tirar la toalla contigo.


• Él peleará por ti.


• Conoce tus necesidades y Él proveerá.


• Él te dará fuerzas cuando estés cansado.


• Cuando estés débil, Él aumentará tus fuerzas.


• Te fortalecerá y te ayudará.


• Te tomará de la mano derecha.


• Él te protegerá.


• Él tiene planes de bienestar para ti.

Oración:

Padre, ¡tú eres Santo y grande! No hay nadie como Tú. Nadie se te compara. Venciste al mundo, venciste a la muerte y estás a mi favor. Gracias por dejarme todas estas maravillosas promesas. Ayúdame a confiar en ti. Ayúdame a poner mi fe en Ti. En el poderoso nombre de Cristo Jesús te lo pedimos. Amén. 

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