El Discernidor: creando una cultura de sabiduría y feMuestra

(A menos que se indique lo contrario, las citas de la Escritura son tomadas de la Nueva Versión Internacional.)

Un lugar espiritual seguro

En medio de todo el ruido del mundo, necesitamos poder distinguir claramente la voz de Dios. Dios quiere que sepamos lo que está diciendo. Todo seguidor de Jesús recibe los dones de revelación y discernimiento. ¡Y cada creyente necesita usarlos!

Desarrollar el discernimiento consiste en hacer que el reino de Dios influya en el tiempo y el lugar en el que vives. El evangelio de Juan comienza con las palabras: “Y aquel Verbo fue hecho carne, y habitó entre nosotros…lleno de gracia y de verdad” (Juan 1:14, RVR 1960), en referencia a la venida de Jesucristo a la tierra. De una manera muy real, usted y yo traemos la Palabra de Dios para habitar en medio del mundo a medida que permanecemos sensibles al fluir de Su Espíritu. A través de nuestra relación con Dios, recibimos revelación. Y a medida que traemos esa revelación al mundo que nos rodea, en realidad encarnamos Su Palabra en nuestras vidas muy ordinarias.

Cada uno de nosotros puede convertirse en un discernidor, sin importar nuestro trasfondo personal o nuestro don específico o función en el cuerpo de Cristo. De hecho, sin discernimiento y sensibilidad al Espíritu Santo, no podemos progresar en nuestro uso de ninguno de los dones y llamados.

A medida que discernimos nuestro camino a través de los problemas que nos confrontan a diario, a veces puede parecer que estamos caminando por un laberinto, tropezando con frecuencia con paredes y callejones sin salida. Sé cómo se siente; me he golpeado la cabeza contra muchas paredes en mi propio desarrollo de discernimiento personal. Sin embargo, así es como funciona el proceso de aprendizaje. Aun así, no estamos solos en este proceso. Podemos ser parte de una comunidad de creyentes que nos ayuda a avanzar con seguridad a través del laberinto y hacia la luz de la verdad y el discernimiento. Podemos crear una cultura de sabiduría y fe como un “lugar seguro” espiritual para aprender el discernimiento.

Sueño con el cuerpo de Cristo como un lugar donde los nacimientos pueden ser desordenados, pero donde los bebés recién nacidos pueden aprender a gatear, pararse y caminar; un lugar donde los adolescentes pueden aprender de sus errores y los miembros de la comunidad pueden unirse para animarse mutuamente. Sí, creo en este lugar palaciego llamado la iglesia, donde el amor tiene la última palabra.

A lo largo de los años, he descubierto algunos factores necesarios para construir un lugar espiritual seguro. Los elementos fundamentales parecen incluir lo siguiente: (1) fe auténtica, (2) valores fundamentales divinos, (3) caminar en la autoridad de Cristo, (4) caminar en comunidad y (5) proclamaciones poderosas. Para incorporar cada uno de estos componentes, debemos recibir y dar sabiduría de lo alto que está más allá de nuestros años (ver Santiago 3:17).

Los invito a unirse a mí para descubrir cómo crear una cultura de sabiduría y fe como un lugar seguro para desarrollar el discernimiento espiritual en nuestras vidas.