Lecciones de mi jardínMuestra

Restauración

En las horas oscuras de la noche, el devorador muerde y mastica, consumiendo la planta exhuberante de tomate. Al llegar la mañana, mucho del follaje ha sido reducido a los tallos desnudos. En el tiempo que me toma descubrirlo, hasta algunos frutos que no habían madurado aún, han sido comidos y arruinados. Hay tanto daño que no parece que la planta se pueda recuperar y estoy muy decepcionada. Un feo gusano de tomate ha causado tanta devastación. 

Rápidamente, quito al gran gusano de la planta (con guantes puestos) y lo destripo con el pie. ¡Es tan asqueroso!

El enemigo de nuestro corazón también es un devorador. Satanás viene a traer derrota, desánimo, y devastación. Viene a robar nuestro gozo, a matar nuestra esperanza y a destruir nuestra fe. En su paso devastador, nos deja despojadas, sintiendo que hemos sido reducidas y disminuidas a tallos desnudos.

Pero aquí está lo lindo de la destrucción que causó el gusano del tomate. Lo que esa criatura horrible hizo para causar caos y destrucción, ¡realmente podó la planta para crear un mayor crecimiento! Claro, tomó mucho tiempo y atención —regar regularmente, alimentar, luz abundante y mucho más tiempo de espera durante el proceso largo de rebrote. Pero cuando las otras plantas habían terminado de dar flores y fruto, esta planta estaba prosperando con nuevos retoños. La desolación que dejó la destrucción había causado que las raíces crecieran más profundamente y esta planta producía tomates ¡más allá de la época normal de cosecha! 

Lo que tu enemigo planea para maldad y destrucción en tu vida—todo el caos y dolor—Dios siempre lo usará para bien, porque Él es bueno. Cuando vienen las épocas difíciles, cuando todo queda devastado por circunstancias dolorosas, cuando el desaliento se instala y tus finanzas se secan, cuando estás listo para renunciar, entonces es el momento en que necesitas presionar y permanecer en Él. 

Tal vez la poda de tu corazón es exactamente donde Dios te tiene para que produzcas más fruto en el futuro. Tal vez, en estos momentos necesitas más alimento —el agua de Su Palabra, la luz de Su presencia, la habilidad de esperar bien, y tener esperanza para estar a la espera y recibir lo que Él está trabajando, aún cuando no lo ves. 

Él es el Dios de la redención, restauración y resurrección y Él está trabajando en tu "poda" y en tu espera. ¿Estás alimentando y abonando tus raíces mientras esperas bien?