[Serie El amor de Dios por nosotros] Mientras cuidas de otros…Muestra

¿Tengo que hacer todo esto por mi propia cuenta?

«¿No hay nadie que entienda lo que estoy pasando?» La labor del cuidador no es solo brindar cuidados; también implica recibir cuidados y permitir que otros cuiden de ti. En momentos de gran estrés, permite que otras personas sepan cómo te sientes, y sé honesto acerca de la ayuda que necesitas. Identificarte con otros y formar parte de un grupo de apoyo son formas de compartir la carga común de cuidar a un ser querido con una enfermedad terminal y de hacer frente al dolor y la pérdida.

Cuando consideras que puedes manejar la situación sin apoyo de nadie, entonces llega el momento en que las cosas se desbordan para ti. Dios nos consuela para que podamos consolarnos unos a otros. Tu experiencia con el consuelo de Dios ayudará indudablemente a otros que estén pasando por lo que tú pasaste con tu ser querido, pero también su vivencia te dará nuevas fuerzas. Tal vez las situaciones no sean iguales, pero el dolor y la angustia seguramente sí. Porque el amor a un ser querido que está diagnosticado con una enfermedad terminal, con la que han lidiado por muchos años, se manifiesta al verlo sufrir con ese dolor que ni los medicamentos pueden calmar. Lloras con él, al punto que no sabes qué hacer para calmar su dolor. Ese desgaste emocional reduce tus fuerzas. Identificar que estos procesos se enfrentan mejor ayudándonos unos a otros, nos permitirá mitigar el dolor y fortalecernos como hermanos en Cristo.

Hay personas que pueden entenderte, quienes han pasado por dónde estás caminando hoy. Quienes con un abrazo te hacen vivir el amor de Dios para ti de manera directa. Un abrazo de aquellos que no demanda decir nada, sino manifestar el apoyo y el consuelo que necesitas. Ellos entienden porque ya fueron consolados por nuestro Señor y están dispuestos a consolarte. Una de las mejores maneras de fortalecerse, es apoyándose mutuamente con otros que están pasando o pasaron por un dolor similar. No estás solo, Dios está contigo, su amor te acompaña y su paz está en ti. Ese mismo Dios, que está en otros hijos también, les da consuelo a ellos también pero él quiere que nos apoyemos unos a otros, que manifestemos su amor y consuelo. 

Agradece a Dios y reconoce la importancia de dar y recibir ayuda de otros que están experimentando problemas similares.

Palabra de confianza de parte de Dios

Él nos consuela en todos nuestros sufrimientos, para que nosotros podamos consolar también a los que sufren, dándoles el mismo consuelo que él nos ha dado a nosotros.

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