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Soy felizMuestra

Soy feliz

DÍA 6 DE 7

Me salvó, me perdonó 


Sin ser merecedores de una nueva vida, un nuevo nacimiento y un nuevo pacto, el amor del Padre fue tan grande que por su gracia y misericordia permitió que su Hijo amado Jesucristo sufriera la maldición de la cruz para darnos salvación, vida eterna y hacernos participantes del Reino de los Cielos. Nos salvó de la muerte, porque estábamos vendidos a nuestros deleites y pecados. La sangre preciosa del cordero inmolado nos redimió de todos nuestros pecados, fuimos trasladados de muerte a vida, fuimos llamados a ser santos, así como el Hijo fue, es y será. 


El apóstol Pablo explicó en una de sus cartas, que nuestra vida ya no era nuestra, sino que pertenece al Padre Celestial: ¿O ignoráis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo, el cual está en vosotros, el cual tenéis de Dios, y que no sois vuestros? Porque habéis sido comprados por precio; glorificad, pues, a Dios en vuestro cuerpo y en vuestro espíritu, los cuales son de Dios. Fuimos comprados a precio de sangre y perdonados por el favor de Dios en nuestras vidas. 


En todas las cartas del apóstol Pablo se puede apreciar que era un hombre que estaba realmente vendido a la causa de Cristo quien voluntariamente vino a morir por nuestra antigua condición y manera de vivir. Pablo no juzgaba a nadie, sino que era admirable su forma de ver la realidad de Cristo, confesó que él también era pecador y se le iluminó el alto precio de la sangre de Jesús que pagó por él y todos los demás. Al decir que nuestra vida ya no nos pertenece, es porque nos la compró Cristo y pagó precio de sangre.  Esto quiere decir que ya no se trata de nosotros, de lo que podemos hacer, de los títulos que nos ganamos, de nuestros méritos o esfuerzos, sino que nuestra vida pertenece a Jesucristo, que Él habita nuestra vida, todo lo que hagamos se tiene que tratar de Cristo. Vivamos como hijos de luz, vendidos a la causa eterna del Padre. Espero puedas meditar en esto y tomar la decisión de realmente conocer a Cristo y poner tu vida en servicio de esta causa eterna y comprometerte, no para que la gente te conozca, sino para que conozcan al Dios vivo por medio de ti.


Oremos para que se nos ilumine esta verdad: Cristo nos compró, pagó con su sangre, ya no somos nuestros, le pertenecemos. ¡Qué gran noticia!

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Acerca de este Plan

Soy feliz

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Nos gustaría agradecer a Honey San Marcos de acuerdo con El Centro Network por proporcionar este plan. Para obtener más información sobre estas organizaciones, por favor: https://www.youtube.com/user/Mielsanmarcos and http://www.elcentronetwork.org

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