Perspectiva en el valle Muestra

Lo mejor 

Dios quiere el bien para nosotros. Eso puede parecer obvio. Y en nuestra mente lo sabemos, o pretendemos saberlo. ¿Pero realmente creemos? ¿Podemos verlo verdaderamente en su Palabra?

Dios es como un buen padre, negándonos cosas que realmente no necesitamos. Como niños, podemos hacer una rabieta cuando no obtenemos lo que queremos. Cometemos el trágico error de equiparar lo que queremos con lo que es bueno para nosotros. Dios quiere más para nosotros de aquello que deseamos. Él nos conoce mejor. Él nos cuida profundamente. Él quiere lo mejor para nosotros. Él nos ama más que cualquier ser humano. Es un buen Padre.

Al igual que un buen padre, Dios no nos está castigando o reteniendo para su propia diversión o para mostrar su poder de manera opresiva. El Señor hace y permite que sucedan cosas porque quiere lo mejor para nosotros.

Confiemos en la palabra que Pablo nos dice en el libro de Romanos: Sabemos que para los que aman a Dios, todas las cosas obran para el bien, para los que son llamados de acuerdo con su propósito.

Si queremos desarrollar una perspectiva más verdadera y piadosa, necesitamos confiar en las intenciones de Dios para nuestro bienestar. Necesitamos aceptar que sus caminos no son nuestros caminos. La Palabra de Dios dice: Porque mis pensamientos no son vuestros pensamientos, ni vuestros caminos mis caminos declara el Señor. Como los cielos son más altos que la tierra, mis caminos son más altos que tus caminos y mis pensamientos que tus pensamientos. Por más difícil y frustrante que pueda ser, los caminos de Dios no solo son los mejores, sino que también es lo mejor para nosotros. Confiemos y aferrémonos a esta verdad.