Logo de YouVersion
Ícono Búsqueda

Información del Plan

Gracia y paz para el creyenteMuestra

Gracia y paz para el creyente

DÍA 1 DE 7

Oración apostólica de Pedro


«Gracia y paz os sean multiplicadas, en el conocimiento de Dios y de nuestro Señor Jesús. Como todas las cosas que pertenecen a la vida y a la piedad nos han sido dadas por su divino poder, mediante el conocimiento de aquel que nos llamó por su gloria y excelencia». En aquel tiempo, las salutaciones eran un acto de urbanidad, por ejemplo, en Jerusalén estaba parte del ejército romano, y su capitán escribió una carta siguiendo este modelo: «Claudio Lisias, a su excelencia el gobernador Félix: Saludos». 


Pero las salutaciones apostólicas, eran algo muy diferente a la simple cortesía mostrada en aquella época, cuando analizamos quién las dijo, a quienes se las dijo y bajo qué circunstancias las dijo, notaremos que las salutaciones de los apóstoles eran mucho más que una cortés formalidad, incluso, más que expresiones de buenos deseos. 


El saludo gracia y paz que usaban, era una oración, era un acto de adoración, en el que Cristo siempre era mencionado en unión con el Padre, lo cual significa que es por medio de Él, que todo esto se puede disfrutar, crecer y multiplicar; ya que, todas estas bendiciones las ha concedido Dios en Cristo. 


Estas expresiones de afirmación, mostraban el cálido afecto que los apóstoles tenían por aquellos a quienes escribían, y demostraban el fluir espiritual que sentían en favor de ellos. Al colocar estas palabras de bendición al comienzo mismo de su epístola, el apóstol Pedro manifestaba de qué manera la bondad que Dios tenía con los hermanos había afectado su propio corazón.


Las implicaciones vitales de esta bendición


Cuando el apóstol pide a Dios, que los santos puedan entender bendiciones como éstas, para poderlas disfrutar, por implicación nos enseña las siguientes lecciones de vital importancia: 



  1. Que nadie puede recibir por obras propias, nada de parte de Dios, pues la gracia y los méritos se oponen. 

  2. Que no puede haber verdadera paz, si no proviene de la gracia divina: «No hay paz, dijo mi Dios, para los impíos». 

  3. Que aun los renacidos tienen constante dependencia de la gracia de Dios. 

  4. Que los renacidos deben reconocer su propia incapacidad. 

  5. Un pedido como el que Pedro hace aquí, es una confesión tácita, que el creyente depende totalmente de la providencia de Dios, y que solamente Dios puede suplir las necesidades de ellos. 

  6. Al pedir que la gracia y la paz abunde en ellos, hay un reconocimiento de que no solamente el comienzo y la continuación, sino también su aumento, proceden de la buena voluntad de Dios. 

  7. Que debemos crecer en la gracia y el conocimiento de Cristo, pues su gracia es sobre gracia y de su plenitud podemos tomar todos, por eso, conformarse con poca gracia es negligencia.  

Día 2

Acerca de este Plan

Gracia y paz para el creyente

El saludo gracia y paz que usaban, era una oración, era un acto de adoración, en el que Cristo siempre era mencionado en unión con el Padre, lo cual significa que es por medio de Él, que todo esto se puede disfrutar, cre...

More

Nos gustaría agradecer a Basilio Patiño, según El Centro Network por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: http://www.redrema.org y http://www.elcentronetwork.com

YouVersion utiliza cookies para personalizar su experiencia. Al usar nuestro sitio web, acepta nuestro uso de cookies como se describe en nuestra Política de privacidad