Devocionales y reflexiones para mujeresMuestra

Es tu dinero: Tú lo administras

La mujer segura de sus finanzas sabe que el dinero es para administrarse en primer lugar y gastarse en segundo.

Esto no es sólo otro recordatorio de que "todo el dinero es de Dios". Por supuesto, el dinero proviene de la mano de Dios. Sin embargo, en términos prácticos, él te ha puesto a cargo de una cierta cantidad de dinero. En ese sentido, es para que lo administres. Y Dios espera que lo uses bien y no abuses de tus responsabilidades.

El Antiguo Testamento cuenta cómo los israelitas ofrendaban a Dios de la abundancia que Él les había dado. Aproximadamente dos tercios de las parábolas de Jesús tratan sobre el dinero y la administración financiera.

En una de las parábolas de Jesús en el Nuevo Testamento comparó la fidelidad espiritual a ser un administrador responsable o administrador de fondos (ver Mateo 25:14 - 30). En esta historia, sólo dos de cada tres administradores se graduaron de Escuela de Negocios de Dios con sus títulos de maestría. (El otro reprobó).

Uno de los prerrequisitos de los "cursos" de esta prestigiosa universidad subraya el principio de que el dinero es para administrarse en primer lugar y gastarse en segundo. La diferencia entre los dos es la diferencia entre la mujer económicamente insensata y la que está segura de sus finanzas.

La mujer insensata imagina que tener su propio dinero significa vivir bien y gratificar sus placeres.

• Así que vive más allá de sus posibilidades.


• Confunde los deseos con las necesidades.


• Pierde el sueño por la deudas no pagadas.


• Se pregunta dónde se ha ido toda la diversión asociada con tener su propio dinero.

Por el contrario, la mujer segura de sus finanzas reconoce a Dios como la fuente de su dinero.

• Tiene un plan sólido para la cantidad que divinamente le ha sido asignada.


• Sabe que no puede permitirse el lujo de quedarse con todo su dinero, así que da generosamente.


• De lo que queda, paga primero sus cuentas personales, ahorrando agresivamente.


• Entonces, es libre de gastar su dinero dentro de los límites que ha establecido.


• Sabe que el secreto para disfrutar de los placeres de la vida no es vivir a crédito, de sueldo en sueldo. Más bien, tiene el control de su dinero, no al revés. La mujer segura de sus finanzas renuncia a las tentaciones de gastar su dinero hoy, y al hacerlo, logra ser buena consigo misma el día de mañana.

Cuando nos graduemos de la Escuela de Negocios de Dios, tendremos nuestros títulos en principios financieros bíblicos - reglas para vivir que nos honren como mujeres inteligentes que sean administradoras respetadas del dinero de Dios.

Reflexiona

¿Te describirías como una mujer segura de sus finanzas?