Domadores De TormentasMuestra

“El momento más feliz de mi vida sigue siendo una fracción de segundo hace un año cuando estaba en un auto de 2.000 dólares y me di cuenta de que mi esposo y mi hijo de nueve años estaban fuera del vehículo y que estaban absolutamente bien” (Anónimo).

Hay un famoso dicho que reza: “Nunca un mar en calma hizo experto a un marinero”. Su mensaje es sencillo. Las mejores virtudes crecen únicamente en entornos adversos.

¿Cómo desarrollas el perdón? En medio de una ofensa.

¿Cómo desarrollas paciencia? En medio de la espera.

¿Cómo desarrollas fe? En medio de la prueba.

¿Cómo desarrollas generosidad? En medio de la escasez.

Cuando pasen por pruebas, dependiendo de la madurez, algunos cristianos van a desanimarse y alejarse de Dios, otros seguirán con Él, pero van a vivir culpándolo, otros empezarán a reprender, decretar, arrebatar; pero la máxima señal de madurez espiritual es esta: tener paz en medio de la tormenta.

El cristiano más maduro será aquel que sea capaz de dormir como un bebé en medio de la peor tormenta. No porque la tormenta no exista, sino porque sabe que Jesús va en la barca.

Los capítulos 5 y 6 de Marcos son fascinantes. Después de la tormenta, del endemoniado gadareno, de Nazaret donde Jesús no pudo hacer ningún milagro; Él los reunió y los comisionó dándoles poder. Los estaba promocionando.

¿Y si estás a punto de una promoción en tu vida?

¿Cómo te hace sentir esta idea?