Discípulos Que TrasciendenMuestra

DÍA 4 - TRASCIENDE EN MULTIPLICACIÓN

Dios está en misión. Su plan perfecto es extender su reino invisible en nuestro reino visible y para ello, ha decidido por pura gracia, hacer partícipe a sus hijos: a ti y a mí. Eso quiere decir que eres importante dentro de la misión y la visión de Dios. ¿Cómo puede ser eso posible? Déjame explicártelo de forma gráfica: los humanos tenemos un cuerpo que envuelve docenas de órganos. Cada órgano tiene una función única y específica diferente a la de otro órgano. Sin embargo, si un órgano no funciona de forma adecuada, por mucho que todos los demás sí lo hagan, perjudicarán al cuerpo y éste se enfermará.

Así es el reino de Dios. Su reino se extiende cuando sus discípulos se determinan caminar en su llamado. Su iglesia crece y se fortalece cuando cada discípulo busca trascender y hace lo que Dios le manda que haga.

Es interesante apreciar que el primer mandato de Dios a la humanidad fue “multiplíquense” (Gen. 1:28). Y de la misma manera el mandato de Jesús a sus discípulos fue el mismo “id y haced discípulos” o en otras palabras, “multiplíquense en otros”.

La forma que Jesús ha establecido para extender el reino de Dios y cumplir con la gran comisión es que salgas de tu zona de comodidad y te extiendas a hacer discípulos. Jesús dedicó 3 años de su vida para discipular, o sea, a enseñar, mentorear, inspirar, corregir, ayudar, alentar, exhortar, fortalecer, y volver a hacerlo una y otra vez.

Discipular se trata de estar con el otro. Es la tarea más ardua y compleja, pero es la que más fruto trae. Mi pregunta para ti hoy es: ¿a cuántos estás discipulando? ¿Puedes contar aunque sea uno?

Recuerda, el mandamiento de Dios es “¡multiplíquense!”. Multiplícate en otros inspirando, alentando, ayudando, animando y discipulando.

PASOS EN ACCIÓN

1. Piensa en una persona a la cual comenzarás a discipular y ora por ella.
2. Dedica tiempo de calidad e invierte en su amistad.
3. Sal de tu zona de comfort y comienza a invertir tiempo y recursos en otros.