Discípulos Que TrasciendenMuestra

DÍA 3 - TRASCIENDE EN GENEROSIDAD

La generosidad hace prosperar el alma de la persona. La generosidad traspasa las barreras de las diferencias y de los intereses. Pues el corazón generoso siempre busca involucrarse en el bien del otro.

Cuando Jesús envió a sus discípulos al ministerio les dio algunas directrices. Ellos iban a salir a un mundo roto y en tinieblas, por lo que debían sanar a los enfermos, limpiar a los leprosos, resucitar a los muertos y echar fuera a los demonios. Pero algo que iba a crear una marca distintiva en ellos era que todo eso, lo harían motivados por la generosidad. Una generosidad en forma de gracia que ellos mismos habían experimentado. Transformarían hogares porque darían gracia; cambiarían vidas porque darían gracia; traerían impacto porque entregarían gracia.

¡Dios quiere usarte! Créelo. Él está interesado en hacer de ti un discípulo que trasciende. Por eso, recuerda la gracia que él ha tenido contigo: te ha salvado, te ha perdonado, te ha sanado, te ha liberado. Ahora, ve a este mundo roto y dirígete en el poder y la gracia de Dios para ser un discípulo que trasciende en generosidad.

Charles Spurgeon es reconocido como “el príncipe de los predicadores”. Dedicó su vida a la predicación y destacó por su elaboración teológica y creativa. Sin embargo, Spurgeon decidió trascender no solamente en la predicación sino también en la generosidad. Fundó dos orfanatos, escuelas para ciegos y para niños, ministerios para policías, levantó varios asilos, entre muchas otras cosas. Spurgeon impactó a miles de vidas a través de su predicación, pero impactó a muchos miles más por medio de su generosidad.

¿Qué tienes hoy en tu mano? Ofrécelo en generosidad y vas a ver a Dios operar de forma milagrosa.

PASOS EN ACCIÓN

1. Planea un proyecto (sencillo) que pueda bendecir a otros.
2. Toma la iniciativa de pagarle a alguien el café (incluso a un desconocido).
3. Comparte tu historia de salvación con alguien que no conoce a Jesús.
4. Haz un regalo (ofrenda, carta, canción, palabras…) a alguien que quieras honrar, ya sea un misionero o alguien cercano.