La Última Semana De Tu VidaMuestra

Segundo día. Las horas pasan y sabes que tu hora se acerca. Los tuyos, aquellos a los que amas, tu familia, amigos, se quedarán, pero tú vas a marcharte. No sólo sabes el oscuro final que te espera, te haces consciente de que ellos se quedan solos. Ya no podrás abrazarlos, ya no podrás darles lo mejor de ti, tu tiempo, de tus riquezas, y todo cuanto les has compartido. Eso va a acabarse. Te inunda un profundo sentimiento de culpa. No sabes que va a ser de ellos, tan sólo quisieras asegurarte de que van a estar bien. Nada más.

¿Cuáles serian tus últimas palabras para ellos?

Jesús nos dedica, a ti y a mí, sus últimas palabras. Porque al dirigirse a sus discípulos, sabía que se dirigía también a todos los discípulos del mundo, de todos los tiempos.

Primero, nos recuerda quiénes somos, por él y para él. Los pámpanos que llevan fruto, solamente si permanecemos unidos a la vid. Le necesitamos, somos porque Él es.

Segundo, nos promete a alguien que nos mantendrá unidos a él, y nos ayudará a llevar fruto. Alguien capaz de estar en cualquier lugar, en cualquier momento. Alguien que verá nuestra soledad, y la llenará; alguien que nos llevará a conocer la verdad. Nos prometió al Espíritu Santo.

Tercero, nos recuerda, que aún en medio de las dificultades, de la profunda tristeza, hay esperanza. Y que no estamos solos, como tampoco él lo estuvo.