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Y en Paz Me Acostaré. Muestra

Y en Paz Me Acostaré.

DÍA 4 DE 7

Hace unos años tuvimos la oportunidad de viajar a Holanda y pasar una semana visitando ese maravilloso país. Molinos, tulipanes, queso y zuecos son algunas de las imágenes que nos vienen a la mente cuando pensamos en este país del norte de Europa.

De nuestro viaje a Holanda recuerdo varios momentos muy especiales, entre ellos uno que despierta en mí sentimientos encontrados. En nuestra visita a Ámsterdam decidimos dedicar una mañana a conocer la casa y la historia de Ana Frank.

Soy un apasionado de la historia, y la Segunda Guerra Mundial es una etapa histórica que siempre me ha fascinado. La incomprensión por la maldad y el odio que el ser humano puede llegar a albergar en su corazón es algo que siempre me ha llamado la atención.Y creo que la Segunda Guerra Mundial es uno de esos momentos en los que, por haber tenido acceso a miles de supervivientes en nuestra época, nos ha hecho mucho más cercana la barbarie.

Cuando entramos en la casa de Ana Frank, el silencio fue una de las cosas que primero nos sorprendió. Mientras nos acercabamos a la casa caminando por las calles de Ámsterdam, charlabamos entre bromas y fotos, como cualquier turista que estuviese pasando unos días de vacaciones. Sin embargo, en el momento en que cruzamos el umbral de la puerta de la casa de Ana Frank el silencio se hizo presente. El silencio demostraba nuestro respeto ante una de las historias más conocidas del mundo. La historia de Ana Frank es conocida por todos nosotros porque esta adolescente escribió un diario durante su confinamiento, y ese diario sobrevivió a la guerra ( aunque ella no pudo hacerlo) y fue publicado cuando la guerra terminó.

Desde 2020 hemos estado sufriendo una pandemia mundial a causa del CoVid, que nos ha mantenido confinados en casa varios meses, dependiendo de donde vivas. En ese tiempo las redes sociales se han llenaron de personas explicando lo mal que lo estaban pasando en la cuarentena, que no aguantaban en casa sin salir, sin ir al gimnasio, viajar, ir a la playa... En definitiva, que les costaba horrores no vivir la vida que tenían antes.

A veces es muy complicado comparar las situaciones por las que pasamos las personas en diferentes épocas de la historia. Si bien podemos estar de acuerdo en que lo que sucedió en la Segunda Guerra Mundial no es comparable a lo que estamos viviendo con el coronavirus, muchas personas han experimentando un verdadero infierno porque, o estaban trabajando en primera línea de batalla contra el virus, o estaban sufriendo ellos mismos o un familiar las consecuencias de la enfermedad que provoca.

Hay un dolor diferente, que va más allá del dolor físico; es un dolor que empieza en el corazón y que llega a todos los órganos de nuestro cuerpo.

Es un dolor acompañado de la impotencia por no poder hacer nada por cambiar las cosas. Es el dolor y el miedo que Ana Frank describe en su diario por saber que está en una situación terrible y que ella no puede sino esperar.

Dios en su Palabra nos habla de que la tierra está enferma, porque la caída del ser humano también afectó al resto de la creación. Sufrimos guerras, enfermedades, situaciones intensamente dolorosas en las que no podemos hacer otra cosa que mirar al cielo y buscar el consuelo y la guía de nuestro Señor. Dios nos promete en su Palabra que llegará el momento en que él ocupar de nuevo el lugar que le corresponde, y que en ese momento cesarán las lágrimas porque no habrá más muerte ni tristeza ni llanto ni dolor. Estas palabras nos traen consuelo y esperanza en medio del sufrimiento que podemos vivir en algún momento de nuestras vidas. Dios nos consuela con la certeza de que cuando él ocupe el lugar que le pertenece, todas estas cosas ya no existirán más, y aunque en muchas ocasiones no tenemos respuesta para todo lo que sucede a nuestro alrededor, sabemos que Dios nos ama y que sus promesas son verdad, y esas promesas y su fidelidad traen paz a nuestros corazones.

Día 3Día 5

Acerca de este Plan

Y en Paz Me Acostaré.

Este devocional contiene 7 reflexiones esperanzadoras basadas en historias y experiencias con las que nos vamos a identificar y encontrar palabras de esperanza en medio de las crisis y de las diferentes pruebas que la vi...

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Nos gustaría agradecer a Juan Triviño por proporcionar este plan. Para mayor información por favor visite: http://www.noubooks.es/es/inicio/629-y-en-paz-me-acostare-40-reflexiones-esperanzadoras-para-tiempos-dificiles.html

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