El Viaje Hacia La Navidad Muestra

Escogiendo la gratitud

Hoy reflexionamos sobre la primera mitad de una de las exclamaciones de alabanza más famosas de la Biblia. María, que ahora está escandalosamente embarazada del Hijo de Dios, está visitando a su prima Elisabet. Cuando Elisabet (y el bebé que lleva en su vientre) se da cuenta de la importancia del embarazo de María, la alabanza fluye de ambas primas.

Este tuvo que ser un tiempo bastante incierto para María como mujer joven, soltera y a punto de ser madre. Si yo estuviera en su lugar, estaría preocupada por la reacción de mi familia cuando se enteraran de las noticias, nerviosa por cada primer encuentro con mis familiares.

Elisabet no recibió a María con juicio o angustia, sino con gozo por lo que Dios estaba a punto de hacer. Imagínate cómo debió sentirse María en ese momento.

La alabanza de María brota desde lo más profundo de su ser - su alma y su espíritu. ¿Qué brota de mi alma y mi espíritu hoy?

Haz una pausa y ora 

María rebosa de gratitud y alabanza.

Señor, despierta el mismo espíritu agradecido y de adoración en mi iglesia. Haznos una comunidad llena de tu Espíritu Santo, pronta para alabarte en todas las circunstancias.    

Haz una pausa y ora 

¿Qué grandes cosas ha hecho Dios por María? Sí, ella está embarazada de Jesús, pero no va por ahí cantando: “el Todopoderoso ha hecho algo grande en mí”. Utiliza el plural, no el singular. Ella les está alabando por el hijo que lleva en el vientre y por mucho más. 

Algunas veces me resulta más fácil ver las necesidades que estoy enfrentando que las bendiciones que Dios ya me ha dado. ¿Qué grandes cosas ha hecho el Señor por mí?

Señor, confieso que puedo ser muy desagradecido. Hoy elijo practicar el agradecimiento, dándote las gracias en cada oportunidad que tenga. Espíritu Santo, hazme consciente de cada cosa buena con la que me encuentre.

Amén.