Todos los sentimientos: Hazte cargo de tus sentimientos (y no al revés)Muestra

Cuando La Oscuridad LLama A La Puerta 

Pasé años asumiendo que la depresión, la culpa y cualquier emoción que se sintiera negativa debería evitarse tanto como fuera posible. Como un gran sentidor, tales sentimientos a menudo me acosaban. . . lo que me dejó sintiéndome aún más desanimado, culpable y no espiritual. Pero en los últimos años he cambiado de opinión. Estoy aprendiendo que a veces, cuando la oscuridad llama a la puerta, necesito abrir la puerta y dejarla entrar.

La Biblia nos enseña que hay un tiempo para todo lo que se hace bajo el cielo. Salomón escribió:

Todo tiene su momento aportuno; 

     hay un tiempo para todo lo que se hace bajo el cielo:

     un tiempo para nacer y un tiempo para morir; 

     y un tiempo para llorar y un tiempo para reír;

     un tiempo para estar de luto y un tiempo para saltar de gozo; 

Eclesiastés 3:1-2, 4

La verdad de Salomón me parece liberadora: 

Hay un tiempo para llorar.

Hay un tiempo para estar de luto.

Y hay un momento para dejar ir. 

A lo largo de nuestra vida, muchos sentimientos diferentes tocarán la puerta de nuestro corazón. Todos los sentimientos que experimentamos, incluso los más difíciles, nos los dio Dios para ayudarnos a experimentar, procesar y aprender de cada faceta de la vida. Si no pudiéramos sentir culpa cuando pecamos, ¿cómo creceríamos? Si fuéramos incapaces de sufrir cuando alguien muere, ¿cómo podríamos sanar? 

Pero tal vez una nueva forma de pensar pueda darnos una mayor sensación de control emocional: el conocimiento de que podemos pararnos en la puerta y decidir qué sentimientos entran y cuándo. El hecho de que se presenten no significa que desempaquen sus maletas para una estadía indefinida. Cuando los sentimientos llaman a la puerta, debemos hacer algunas preguntas: 

¿Qué temporada se supone que debo vivir ahora mismo? ¿Estar de luto o bailar? ¿Llorar o reír?

¿Cuánto debería durar esa temporada? 

¿Están los sentimientos aquí por una buena razón? ¿Es este su momento de visitar, o vinieron a la casa equivocada? 

Estas no siempre son preguntas fáciles de responder. Los sentimientos oscuros pueden llamar a diario, cada hora, minuto a minuto. Y a veces no es solo un sentimiento oscuro, sino una pandilla completa con antorchas y espadas. En esos tiempos, gracias a Dios me ha brindado ayuda externa: amigos, terapeutas, mentores, consejeros y medicina. Si los sentimientos oscuros llaman a la puerta con demasiada frecuencia, te animo a que solicites refuerzos. Llama al equipo de emergencias, si eso es lo que se necesita. 

Pero mientras tanto, no dejes de esforzarte en tu cabeza y corazón. No dejes de desarrollar herramientas mentales y un arsenal bíblico para reforzar tu capacidad de resistir, para reforzar la fuerza de la puerta de tu corazón. No dejes de aprender cómo ayudarte a ti mismo, incluso mientras buscas la ayuda de los demás. 

Sean cuales sean los sentimientos que estén llamando a la puerta de nuestro corazón hoy, podemos vivir sin miedo. Como nos enseñaron David y Salomón, hay un tiempo para todo, una temporada para cada sentimiento. No solo luto, no solo llanto. . . sino también bailar, cantar, vivir la vida al máximo, sentir todos los sentimientos, tanto la oscuridad como la luz.