Teniendo el corazón de María en el mundo de MartaMuestra

Tratando de hacer todo

¿Alguna vez has tratado de hacer todo? Yo sí. Lo hago y probablemente siempre lo haré. No solamente está en mi naturaleza; también lo está en la descripción de mi trabajo, y en la del tuyo también. Ser una mujer requiere más aguante, más creatividad y más sabiduría de lo que pude haber soñado de joven. Y eso no es solamente para las mujeres ocupadas de hoy. Siempre ha sido así, como lo vemos en la historia de María y Marta.

De hecho, quizá ningún pasaje de Las Escrituras describe de mejor manera el conflicto que sentimos las mujeres, que Lucas 10:38-42. Todas hemos sentido esa lucha. Queremos adorar como María pero la Marta que llevamos dentro continúa dándonos órdenes.

Toma un momento para leer el pasaje de Lucas ahora.

En medio de tu ajetreo, dentro de ti hay un hambre, un llamado a conocer y a amar a Dios. A conocer verdaderamente a Jesucristo y la comunión del Espíritu. No estás buscando más conocimiento intelectual, es la intimidad de corazón a corazón lo que anhelas.

Sin embargo, una parte de ti se queda atrás. Agotada, te preguntas cómo encontrar la fuerza o el tiempo. Cultivar tu vida espiritual parece un deber más: una cosa más que añadir a una vida que se desborda de responsabilidades.

Es casi como si estuvieras de pie en el escalón inferior de una escalera que se extiende hasta el cielo. Ansioso pero desanimado, nombras los escalones con cosas espirituales que sabes que debes hacer: estudiar la biblia, irar, congregarte...

"Él está allí en algún lugar", te dices, balanceándote levemente mientras miras hacia arriba, dudosa sobre cómo empezar o de siquiera querer intentar el largo y vertiginoso ascenso. Pero hacer nada significa que te perderás lo que tu corazón ya sabe. Hay más en este camino del cristianismo que lo que ya has experimentado.

"¿Escogió María lo mejor?", le digo a Dios en medio de mi torbellino de actividades. "¿Lo que dices es que tengo que hacer más?".

No, no. Es la respuesta que viene a mi cansado corazón. Las palabras de Jesús en Lucas 10 son increíblemente liberadoras para quienes nos encontramos en la banda sin fin de la vida.

No es "más" lo que Él pide de nosotros. De hecho, podría ser menos.

¿Cuáles son algunas de las cosas "espirituales" que realizas que se sienten más como tareas que maneras de crecer en intimidad con Dios? ¿Por qué crees que respondes a ellas de esa manera?