Unidad en la Diversidad.Muestra

6. - UNIDAD EN LA MISIÓN

Para realizar cualquier misión conjunta, es necesario que haya un equipo de gente trabajando en unidad, orden y coordinación para que todo funcione. 

En Efesios 4:1-4 se nos habla de la vocación o misión a la que se nos ha llamado junto con los que tienen la misma esperanza que la nuestra. Todos los cristianos tenemos el ministerio de la reconciliación mediante el cual, como embajadores en nombre de Cristo, debemos rogar a las personas que se reconcilien con Dios (2 Co. 5: 18-20)

Pongamos un ejemplo de misión conjunta: una operación quirúrgica. ¿Qué pasaría si un equipo médico empieza a discutir sobre los distintos protocolos en mitad de una operación y pasan las horas y no llegan a ningún acuerdo, o el enfermero no hace su trabajo por discrepancias, o el cirujano decide marcharse en mitad de la operación? Si alguna de estas situaciones tuviera lugar en una operación delicada, el paciente podría morir y se pedirían responsabilidades al equipo médico.

Muchas veces, los cristianos, en lugar de trabajar en equipo para realizar la misión de hacer discípulos, desgraciadamente, nos hemos dedicado a discutir entre nosotros rompiendo la unidad por no aceptar la diversidad existente entre nosotros. Sucede como escribe el compositor, Marcos Vidal, en una de sus canciones: “Unos creen en profecías y otros no, unos predican la fe y otros el amor, uno habla en lenguas y otro presume de virtud y el mundo muere sin ver la luz”

No somos imprescindibles para llevar a cabo la misión de Dios, pero Él nos ha dado el privilegio y el mandato de formar parte de ella. En Juan 17:18, Jesús dice: “Como tú me enviaste al mundo, así yo los he enviado al mundo” Todos los cristianos somos enviados con una misión: que las personas crean en Cristo Jesús y, creyendo, tengan vida en su nombre. Esta misión es obligatoria, es trascendental y es conjunta con todo el pueblo de Dios. La unidad del pueblo de Dios no es una opción o una alternativa, sino que es una necesidad para alcanzar a los perdidos. El diablo siempre intenta destruir esta unidad que Jesús anhela: que seamos uno como Él es uno con el Padre. (Juan 17:21)

¡Ojalá dejemos a un lado las diferencias denominacionales, de opinión y de formas! ¡Ojalá respondamos, en unidad, a nuestro llamado para cumplir nuestra misión como Iglesia: hacer llegar al perdido el evangelio de salvación y vida eterna en Cristo Jesús!

Natanael Montes

Acción de gracias:

· Gracias, Señor, por el privilegio de poder trabajar en la mejor empresa del mundo. Gracias por tu llamado, tu capacitación y ánimo cuando lo necesitamos.

Confesión:

· Perdón por no estar a la altura y no cumplir la misión encomendada fielmente.

Petición:

· Ayúdanos a dejar “lo nuestro” por buscar el bien de la iglesia universal.

· Que podamos ser la iglesia unida en la misión que tu quieres que seamos.